Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

¡Y tú más!

Resulta del todo bochornoso ver cómo la política local no cambia por mucho que se quiera dar una imagen distinta a la realidad. El día del último Pleno Municipal pude ver por televisión el apartado de ruegos y preguntas y volví a sentir vergüenza ajena cuando el señor alcalde se enfrascó en un “debate dialéctico” con el secretario general de los socialistas, el señor Caballero Aguilera, a costa de los gastos de FITUR.

Como evidentemente era muy previsible que se pudiera preguntar sobre el viajero asunto, el equipo de gobierno iba preparado con toda la artillería del sonrojante “¡y tú más!”. Bueno, ya que se veía venir hubiera sido mucho más inteligente, digo yo, salir con otra cantinela menos burda, ya que de esa forma da la clara impresión de que ambos han cometido el mismo despilfarro económico. Y para eso el alcalde tuvo que decir en varias ocasiones eso de “cuando ustedes estaban gobernando…”, lo que produjo en el portavoz del PSOE, señor Rodríguez Alcázar, una lógica indignación ya que, de los cinco representantes socialistas actuales, cuatro no estaban en el tiempo al que se hacía alusión. Así que otro rifirrafe entre ambos con un tono poco cordial y expresiones poco gratificantes.

Por lo que yo pude ver en la tele, la forma en la que Antonio Caballero solicitó una rendición de cuentas sobre todas las personas que, por cuenta del ayuntamiento, viajaron y se hospedaron en Madrid para asistir a la citada feria fue de lo más correcta, vamos que no distaba mucho de las que el diario de sesiones debe contemplar del tiempo en el que el señor Priego Chacón estaba en la oposición. Parece que lo que antes valía ahora no vale, pero el “¡y tú más!” sí.

Quizás me perdí algo, en directo a lo mejor pasaron cosas que la cámara no captó; creo esta duda porque también el concejal de turismo, señor Casas, reaccionó de una manera virulenta al contestarle al señor Caballero Aguilera, en un tono superior al enfado que podía incluso interpretarse como amenazante, algo nada habitual en él. Como se comprenderá, a quien gusta de la razón para defender sus ideas estas actitudes le producen, más que desasosiego una verdadera desazón. Que no es lo mismo que el que gusta de polémicas, porque a este lo que le produce es morbo, y en política esto debería de estar totalmente desterrado.

Al contrario del canto de Mercedes Sosa, no todo cambia en la política de Cabra, parece que nada, el mismo escenario con actores más o menos distintos, pero con la misma cantinela, el mismo estilo y la misma forma de hacer; con mayoría absoluta y sin cogobernar lo mismo que teniendo que acudir a pactos, el que gobierna siempre sacando los trapos sucios y como lo que hemos tenido ha sido una alternancia política, aquí hay para todos.

Tanto hablar de transparencia y luego se monta la “que Dios es Cristo” porque se piden explicaciones de lo que se hace con el dinero público, por favor, si eso es para que sin problema alguno se diga, efectivamente fuimos fulano, mengano y perengano, hicimos esto y aquello, y nos gastamos tanto; se acabó. De otra forma siempre parece que hay algo que ocultar y lo de la transparencia queda sólo para los vestidos de Cristina Pedroche.

Todos arreglan calles, algunas veces las mismas, ponen maceteros donde más se vean, se hacen fotos a diestro y siniestro, ruedas de prensa para cosas a veces insignificantes, se apuntan a un bombardeo con tal de estar en el candelero y, por supuesto, hacen por Cabra lo que jamás el resto podría hacer. Nada nuevo bajo el sol, no nos engañemos, en nuestro ayuntamiento no han entrado nuevas formas de hacer política, y no es porque no haya representantes de Ciudadanos o de Podemos. Poco me equivocaría si afirmara que entrando “los nuevos” partidos todo seguiría igual.

Si fuésemos capaces de mirar un poco más allá de nuestro ombligo nos daríamos cuenta de que Cabra es un pueblo en punto muerto, o si lo quieren oír de otra manera, es un pueblo en coma clínico. Sin la menor duda, después de mis palabras habrá personajes que ya estarán diciendo que yo no soy cabreño, o que no quiero a mi pueblo y que por eso digo esas cosas. Simplemente me importa un bledo su opinión, tanto como a ellos la mía, yo lo que no voy a ser es un nacionalista egabrensí, y de esos estamos sobrados, creo que más allá del Junquillo y pasada la Fuente Río hay mucho por conocer, por contemplar, por disfrutar y, sobre todo, mucho de qué aprender. De lo que hay dentro de esas fronteras ya me encargo yo de sacarle todo el jugo que puedo. Los golpes de pecho se están volviendo a poner de moda en este pueblo y mi experiencia me dice que esos gestos solo corresponden a los simples, a los hipócritas o a los que tienen mucho que agradecer.

Este pueblo necesita crecer, basta mirar el censo y comprobar que se está volviendo poco a poco en un pueblo envejecido, que no es que esto sea malísimo en sí mismo, lo que pasa es que todos sabemos que se necesita sabia nueva para seguir creciendo y tener vida. La escasez de trabajo y lo poco que surge es tan precario que pocos son los jóvenes que se quedan aquí a vivir, tienden, como es lógico, a emigrar en busca de un trabajo o de un trabajo mejor del que pueden tener aquí, y ellos tampoco es que sean malos egabrenses, lo que ocurre es que no quieren venir nada más que para las fiestas, para ver a familiares y amigos, y poco más, total, aquí todo sigue a lo Julio Iglesias, aquí la vida sigue igual... y lo sabes.