Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

El curso ha empezado con total anormalidad

Es redundante que todos los años por estas fechas las palabras de los mandamases de nuestro sistema educativo cuando son entrevistados sea que el curso ha empezado con total normalidad. Hoy, sin embargo, no me las esperaba, aunque me he llevado la sorpresa de que el presidente de la Junta, Moreno Bonilla, se ha atrevido a decirlas, sin pudor ninguno ante tal mentira en la sección de noticias de la web de la Junta de Andalucía. Y otra sorpresa, aunque no tan grande, han sido las palabras de la ministra Celaá, incompetente donde las haya, que ha manifestado que las incidencias son pocas en el conjunto de colegios que han abierto sus puertas. No he encontrado a Imbroda manifestándose, estará echando unas canastas, bastante ha hecho dejándole a los centros educativos la decisión de cómo organizar el comienzo de curso y el modelo para trabajar durante el mismo, o sea, le ha pasado la patata caliente o les ha lanzado su balón de baloncesto y lo ha embarcado en el tejado de cada colegio e instituto.

Este tema es arduo, y por ello debo ser concreto y me voy a empeñar en exponer mi opinión sobre cómo está el panorama educativo de la manera más concisa para que me entiendan bien.

No es de recibo que después de lo vivido desde finales del 2º trimestre del curso pasado estemos como estamos. Es diáfano que desde los altos mandos educativos no se han hecho los deberes y por eso en septiembre tienen mi suspenso sin paliativos. Ni el ministerio ni la consejería han sabido encauzar sus decretos para llegar a la mejor opción para todos. ¡Claro que la situación es incierta! Eso ya lo sabíamos que así iba a ser, por lo tanto, su obligación era haber diseñado varios escenarios posibles y sobre ellos dar las mejores soluciones consensuadas con los representantes de la comunidad educativa. Nos decían que en otoño habría rebrotes, y ha sido peor, han llegado antes por…, mejor dejo este asunto. Así que la incertidumbre entre familias, alumnado, maestros/as, profesorado y personal de administración y servicios se iba a producir sí o sí.

Pasó todo el tiempo de estado de alarma, luego las fases de la ‘nueva normalidad’, qué absurdo término, ¿y qué hacían nuestros políticos, a qué se dedicaban, qué soluciones para el futuro inmediato estaban buscando?

A ver, sabido es que el ministro de Universidades estaba perdido en combate, es decir, ni ha hablado ni se ha hablado de él, no sé para qué sirve y lo único que se me ocurre es que había que darle un sillón por podemita activo. Jamás he visto un ministerio más innecesario ni un ministro más nefasto, y mira que los ha habido. Este señor vive en una nube cobrando un pastón y rodeado de unos cuantos que también cobran lo que mejor no saber para que no se nos levanten las carnes. Y hablo de universidad porque también es un sistema educativo del que sé por tener un hijo en esa etapa y conocer de primera mano el pésimo funcionamiento de la UCO, aunque no solo está así la universidad de Córdoba, en todas el desmadre es increíble. Lo cuento: los estudiantes que no viven en la capital no saben si alquilar una vivienda o irse a una residencia porque las clases no se sabe qué presencialidad van a tener, por ahora dicen que muy poca para los que no son de 1º de carrera. Si lo alquilan y luego deciden que todo telemático se ven obligados a pagar por contrato un alquiler de una vivienda que no van a usar porque estarán en casa con su ordenador o similar. Eso mismo les pasó cuando nos confinaron el curso pasado, pero, ¿eso le ha importado a algún rector, a algún decano, al ministro? Evidentemente que no. Y con el distrito único hay muchísimos universitarios que son de fuera del lugar de su Facultad.

Ahora vamos por los más pequeños, con los de Infantil, una etapa no obligatoria, pero que una vez matriculado el niño debe de tener los mismos derechos y deberes que el resto. Los críos de estas edades es muy difícil, por no decir imposible, que no se junten, que no se toquen, que no se empujen, que no compartan material, y cuando hay resfriados mejor no hablar; y quien crea lo contario es porque desconoce lo que es eso. Pues bien, las ratios son las mismas que en cursos pasados, se llega a los 25 y los maestros/as no cuentan con apoyos. ¿Dónde quedan todas las promesas de Imbroda para todo el colectivo de infantil? En la papelera con pedal…

Los de Primaria no corren mucha mejor suerte, la educación es presencial, la ratio puede bajar porque hacen desdobles, grupos mixtos o crean algún grupo nuevo con los maestros de apoyo que reciban. Pero no piensen que con eso es suficiente, eso palia en algo la situación, pero no todo y difícilmente las sillas del alumnado cumplirán con el metro y medio de distancia. Y hay que tener en cuenta que la Circular para que se organizara el curso con esas premisas llegó el 3 de septiembre por la noche, que es cuando Imbroda dejó ver definitivamente su ineptitud.  Y pensar que los chiquillos tienen un factor de riesgo muy bajo es un error enorme, porque si bien ellos no suelen mostrar muchos síntomas, o no graves, sí son propagadores como los demás, y esos niños tienen abuelos... Por cierto, hoy era curioso ver cómo los chiquillos ya en los patios eran advertidos para que guardaran la distancia de seguridad mientras en las puertas los padres se agolpaban viéndolos sin respetar nada. Esa inconsciencia no es culpa del sistema educativo, así que las familias deberían reflexionar y dar ejemplo a esos niños.

En Secundaria, bachillerato y Ciclos Formativos más de lo mismo, pero con alumnado de más edad, en 1º y 2º la circular ya citada igualaba esta enseñanza a la de Primaria, así que todos presenciales y arréglense como puedan, con los mismos inconvenientes ya citados. En 3º, 4º, bachillerato y FPB se puede optar con tres modelos que incluyen semipresencialidad (habrá días u horas de la jornada que el alumnado esté en casa con su material tecnológico aprendiendo), así que todo el trabajo de los equipos directivos en julio para organizar este curso se ha ido a la... al traste, por no ser grosero, y tienen la papeleta de diseñar y convencer a un claustro de profesores de que ese modelo elegido es el que más les conviene. Así que veremos que no todos los institutos van a dar las clases en esos niveles de la misma forma.

¡Un aplauso para Imbroda! Se ha pasado un mes de agosto diciendo que las clases serían presenciales sí o sí, y ahora resulta que no, que en esos niveles de ESO y bachillerato no. ¿No lo podrían haber pensado todo esto antes? ¿No se podría haber invertido más y de verdad haber empezado el curso con muchísimas más garantías sanitarias estando como estamos? El tiempo dirá y dictará cómo seguiremos avanzando en el curso 2020/2021, que sin duda alguna todavía dará mucho que hablar y seguirá dejando a la altura del betún a esta remesa de políticos que padecemos. Y no, señor presidente de la Junta de Andalucía, de normalidad nada de nada, ni educativa ni sanitaria, porque en hospitales y centros de salud están faltando los medios necesarios para hacer PCRs y test rápidos, no saque pecho que no engaña a nadie. Y los medios de protección en los centros educativos son insuficientes, digan ustedes lo que digan, de hecho no hay mascarillas para el alumnado y ya veremos los geles lo que dan de sí, y la constante desinfección también se verá cómo en cada centro va funcionando.

La responsabilidad es de las familias, de los docentes, nunca de los mandamases, como siempre ha sido, y por desgracia será, la boca ancha del embudo para ellos y para los demás la estrecha. Suerte es lo que le deseo a todos los que estamos, de una u otra forma, implicados en esto que se llama Educación, otra no queda.