Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Adiós a Cristóbal Toledo, mi Toulouse-Lautrec

A principios de este mes nos encontramos con la triste noticia de la muerte de un gran artista cordobés, más concretamente de Castro del Río, me estoy refiriendo obviamente a Cristóbal Moreno Toledo, o simplemente Cristóbal Toledo como se le conocía en el mundillo del arte. Un hombre que destacó como pintor con la boca, pero que no era el pintar con la boca lo que le hacía destacar, sino su obra en sí llena de color y textura al más puro estilo impresionista y su actitud vital ante la vida a través del arte.

Sabemos de él que siendo niño sufrió una atrofia muscular que lo dejó impedido para el uso de piernas y manos, por lo que siempre lo hemos conocido en su silla de ruedas. Desde muy joven desarrolló una atracción por el mundo del arte, no sólo por la literatura, sino por la pintura a pesar de sus limitaciones, hecho que le llevó a aprender a ejercer la plástica pictórica con la boca. Y no olvidemos que lo hizo en su pueblo natal de manera autodidacta, sólo referenciado por la visión en los libros de los grandes genios de la pintura a los que conocía profundamente, pero lejos de escuelas o academias.

Alcanzó una gran destreza con esta forma peculiar de plasmar sus adentros y dominó muchas de las técnicas pictóricas con una maestría fuera de toda duda, destacando, si acaso, en el uso del óleo y los acrílicos. Esto le llevó a formar parte de la “Asociación Internacional de Artistas Mutilados", formada por gente que pintaba como él con la boca o con el pie. ¿Quién no recuerda aquellos calendarios que se vendían a finales de año de casa en casa? Aquellos que tanto atraían por sus pinturas y que venían de “Artis Mutis”, y que a mí siempre me sorprendían por sus fotos donde veíamos cómo realizaban sus obras esos artistas.  Por cierto, qué habrá sido de esos cobradores, no sé si seguirán con esa labor, pero a casa ya no llegan. Allí es donde yo me fijé por primera vez en Cristóbal Toledo, no sólo porque era uno de los españoles que salía en el calendario, sino porque me admiraba la limpieza de los colores y cómo era capaz de crear la luz. Por esas fechas poco sabía yo del movimiento impresionista y era mi hermana quien me hablaba de él y de la similitud de la pintura de Cristóbal con los locos del París de la bohemia.

Hace unos años me desplacé desde mi instituto con un grupo de alumnos para disfrutar de una exposición que Cristóbal tenía en la biblioteca de Lucena, no podía dejar pasar la oportunidad de compartir con ellos y con él su obra más reciente. La actividad complementaria fue de las que dan sentido a salir de las aulas para aprender de otra forma. Llevaba entre ellos a alumnos con distintos grados de discapacidad, sin duda alguna para demostrarles que se pueden conseguir metas increíbles con esfuerzo y superación.

Recuerdo que Cristóbal nos estaba esperando dentro, hacía frío en el exterior y algo menos dentro, por eso iba cubierto con un poncho. Nos presentamos y le dije que íbamos a ver su obra en primer lugar para luego tener una charla-coloquio entre todos, a lo que accedió acompañando a los chavales durante la visita y contándoles cosas de sus cuadros. Se le veía con ganas de hablar, de transmitir, de enseñar… a pesar de que le costaba un poco de trabajo hablar.  Y no me equivocaba, al final hicimos un círculo donde Cristóbal fue comentando cómo llegó a la pintura y a realizar su obra, desgranó su amplio currículum internacional para el asombro de los chavales y los animó posteriormente a que le hicieran las preguntas que quisieran. No fueron pocas, incluso recuerdo que un chico, con síndrome de Down, le dijo que eran los cuadros más bonitos que había visto nunca y que a él le gustaría saber pintar tan bien. No dudó Cristóbal en dedicarle una sonrisa a pesar de su rictus serio, y en decirle que si lo quería lo podía conseguir como él lo hizo. También hubo alguna pregunta más comprometida, dado que los chavales no reparan en sinceridad, y abordaron el tema de su enfermedad de una manera espontánea, a lo que él respondió con la misma sinceridad y claridad, mostrando su carácter luchador, sus ganas de superación y su inmensa pasión por el arte plástico.

Como no, aquello terminó con un tremendo aplauso tan emotivo para los chicos como para Cristóbal Toledo, un pintor al que jamás olvidarán porque conocieron al autor y su obra juntos, todo un privilegio. Ojalá yo hubiera tenido la fortuna de conocer a Van Gogh en su casa amarilla y que me contara cómo se mortificaba por plasmar los colores que su mente le exigía para dar con la luz verdadera.

Cuando pasé por la facultad y me empapé del movimiento impresionista siempre tuve en mi retina los cuadros de aquel calendario de personas que pintaban con la boca o el pie, y siempre pensé en aquel cordobés que tenía tanto mérito y que era el que más me gustaba, al que llegué a asociar al mismísimo Toulouse-Lautrec por sus limitaciones acaecidas en su niñez y por el apego a la bendita locura impresionista.

Descanse en paz con su paleta y sus pinceles rebosantes de color.

 

Comentarios

Enviado por Antonio Moya So... el

Joaquín: No se si convendrás conmigo en que el impresionismo es quizá uno de los últimos artes sinceros y verdaderamente "arte pictórico", dejando aparte el hiperrealismo de finales del XX. Casi todos los demás me parecen una puta mierda, incluido Picasso, que para mí fue el prototipo de gilipollas, porque sabiendo pintar inicialmente, se metió por unos laberintos absurdos que le llevaron a hacer gilipolleces; eso sí, ganando mucho dinero, que del cuento sí que vivió bien, engañando a todos los tontainas que se han quedado con la boca abierta "contemplando" las mierdas que ha dejado en los lienzos. Pero el impresionismo es otra cosa, es belleza, es color, es técnica depurada y muy precisa, es intuición, es "ver" donde otros no ven, es captar el instante, el tiempo, el ambiente, el sentimiento, el alma.

Enviado por Joaquín Caballe... el

Antonio, convengo contigo todo lo que dices referente al impresionismo, ríos de tinta se han escrito sobre él y los que quedan por escribirse.
Sobre lo de Picasso no convengo contigo tu apreciación sobre el gran maestro malagueño, aunque la respeto. Creo que esto no es para hablarlo por aquí sino con un café o una cerveza de testigos, no porque quiera convencerte de lo contrario, sino porque explicar lo que para mí significa Picasso se me hace difícil sintetizarlo, ya ves con mi alumnado me lleva clases. Porque muchos de ellos piensan como tú, y te aseguro que al final más de uno y de dos terminan viendo las cosas de otra forma. Ahora bien, que en el arte contemporáneo hay mucha mentira no te lo voy a negar, lo importante es separar el grano de la paja y mejor se hará cuanto más se sepa de él.

Enviado por Anónimo el

Lamento no haber conocido ni a este pintor ni a su obra. A veces hay gente que está cerca y a la vez, por circunstancias, está lejos.
Tanto en el arte como en cualquier otro campo es admirable el espíritu de superación que tienen muchas personas.
Descanse en paz.

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