Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Las memorias

Esta mañana escuche en la radio la siguiente frase: "La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados." (Jean Paul). Y esas palabras me produjeron cierto desasosiego y desacuerdo, porque en casa muchos tenemos familiares con demencias seniles y diagnósticos de Alzheimer u otras enfermedades degenerativas de las funciones ejecutivas, en ocasiones asociadas a la edad, seres longevos, con calidad de vida física, que superan las cifras de esperanza de vida, pero con un coste muy caro, como es la muerte de sus neuronas y con ellas la desaparición progresiva de su autonomía o esencia personal.

Doy un salto en mi pensamiento y me traslado hasta mi trabajo, donde solemos hablar y estudiar las funciones ejecutivas con frecuencia. Plantear un plan de acción para abordarlas con los niños/as con las que trabajamos y por deformación profesional, en ocasiones esa observación y análisis se extrapola a otros planos de mi vida, inconscientemente, sin quererlo o no.

Me mente se va a las susodichas funciones ejecutivas que conectan al ser humano con su medio por los sentidos, la percepción (visual, auditiva, olfativa, gustativa, táctil y propioceptiva). Todas estas habilidades sensoriales necesitan de la atención puntual, mantenida y asociada a la experimentación, la vivencia o el recuerdo. La sinapsis es el proceso mediante el cual las neuronas se comunican entre sí o con otras células del pensamiento, con él logramos planificar ideas, tomar decisiones conscientes o noestablecer pensamientos, para alcanzar objetivos o metas, organizarnoselegir un camino, abandonar o ahondar en una tarea, anticipar una consecuencia, calcular un hecho teórico-práctico, flexibilizar un comportamiento o una conducta, crear un pensamiento, evolucionar cognitivamente encontrando soluciones a nuestros problemas o inquietudes...

Nuestros cerebros almacenan, retienen y recuperan información, los recuerdos de experiencias y eventos de nuestro presente y pasado se almacenan en la memoria.

Sin retentiva apenas avanzamos en la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, para resolver dilemas o razonar. Codificar y descodificar un sistema de números y letras que nos llevan a la lecto-escritura y el cálculo. Tener una buena memoria puede llevar a un mejor rendimiento académico y laboral. Al manejo de las redes y el mundo de la información.

Nuestra memoria nos permite formar y mantener relaciones sociales. Ser más o menos habilidosos en nuestras relaciones interpersonales, entender y comunicarnos eficazmente al recordar la información de los otros y actuar o mostrar nuestras opiniones, transmitir ideas, para compartir, debatir o convencer.

Nuestras emociones también están estrechamente relacionadas con la memoria. Al recordar experiencias pasadas, de nuestra niñez, juventud o madurez es probable que experimentemos dolor, ira, tristeza, amor...

Y nuestra salud mental es un reflejo de las emociones sentidas, independientemente del desvanecimiento de la memoria.

Ideas entrelazadas a partir de una cita Jean Paul , sobre la memoria que se van plasmando en un nuevo artículo, donde las preguntas van surgiendo en otras temáticas: ¿Cómo es la memoria de nuestros políticos?... ¿Qué retienen?... ¿Qué olvidan?... ¿Qué quedará grabado y reseteado en su sentir y actuar?...

Seguro que, si tiramos de la hemeroteca o de Internet un poquito, aparecen titulares sustanciosos, no demasiados caducos, que recuerdan la fragilidad intencionada de su saber hacer, de su saber decir, su habilidad para cambiar o tergiversar, su capacidad para no conocerse y perderse o inventarse en la resistencia, siendo habilidosos estrategas en el poder del olvido.

Contradicciones de la vida y la naturaleza, mientras las memorias de algunas de nuestras personas cercanas que se pierden y olvidan sin quererlo, se desvanecen sus capacidades para elegir, funcionar y comunicarse en una realidad diaria que no es paralela, ni escogida, sino vivida, asumida por el entorno de cuidadores y reorganizada por los demás de otra manera, con otras prioridades o atendiendo otras necesidades.