“Se construye así una digerible impresión de régimen bananero frente a la realidad de una dictadura que aplicó, con detalle y hasta el último día, técnicas refinadas de tortura, censura, represión mental, manipulación cultural y creación de esquemas psicológicos de los que todavía hoy no nos hemos desprendido por completo. Se forma así una memoria que es fetiche antes que de uso; una memoria de tarareo antes que de conocimiento, una memoria de anécdotas antes que de hechos, palabras, responsabilidades”
(Isaac Rosa “El Vano Ayer”. Ed. Seix Barral, 2004)
En relación a la serie de Tele5: “Lo que escondían sus ojos”, que narra los amoríos del ministro franquista Serrano Suñer (responsable, entre otras cosas, de la deportación de republicanos españoles en los campos de concentración nazis, y que se les tratara allí como apátridas) tenemos más de lo mismo: dar “una de cal y otra de arena” en aras del "modelo historiográfico" seguido en España para despachar su historia reciente desde las equidistancias y la memoria fetiche de las anécdotas.
Hacer una caricatura del franquismo, como del nazismo, del fascismo, o del stalinismo no contribuye a la búsqueda de la Verdad (en el sentido que reclama la legislación internacional en Derechos Humanos) aunque la Verdad una vez implantada de alguna manera (en escuelas, discursos, espacios públicos...), y sólo cuando lo está, permite (y aconseja) que también se trate con caricatura o humor estos asuntos.
El problema estriba en nuestro caso español que aquí se ha dado un salto desde el olvido impuesto a la caricatura, directamente, sin pasar por la Verdad.
Un ejemplo, entre miles, sería el libro de Javier Cercas sobre el impostor Enric Marco (que se hizo pasar por deportado republicano en el campo de concentración nazi de Mauthausen): “El impostor”. Obviamente el escritor puede (y debe) escribir lo que le venga en gana...pero otra cosa es lo que contribuye o no a la búsqueda de esa Verdad necesaria y ocultada. Y cuando resulta que poca gente sabe del genocidio franquista, que somos el segundo país en desaparecidos (después de Camboya), que la ONU (y colectivos como Amnistía Internacional) han reclamado en más de dos ocasiones a los distintos gobiernos españoles que resuelvan los asuntos de Derechos Humanos pendientes en relación a las víctimas del franquismo, que poca gente sabe de los republicanos en campos de concentración nazis...pues la obra de Cercas (con todo el derecho, claro) se salta la contribución primera a esa búsqueda de la Verdad ocultada (con su obra “Soldados de Salamina” no sería suficiente) y opta por lanzarse a escribir, oportunistamente y con cierto morbo sensacionalista, sobre esta impostura que, como resultado, da más alas aún al criterio de dar “una de cal y otra de arena” buscando equidistancias donde no puede haberlas.
Lo de esta serie sobre el "cuñadísimo" de Franco, Ramón Serrano Suñer, ni siquiera es una caricatura. Simplemente se descontextualiza por completo la figura de una persona normal (en principio ningún sicópata) que tiene pulsiones normales (enamoramientos e infidelidades) y hasta "modernas" (en relación a su amante: Sonsoles de Icaza, duquesa de LLanzol) y que no explica (ni le interesa explicar) cómo una persona normal, con pulsiones normales y hasta "modernas" pudo tener la responsabilidad criminal que tuvo.
Desde luego en Alemania (como en Chile, Argentina, Sudáfrica, Italia...) sería impensable que en una serie televisiva, aun queriendo no caricaturizar al personaje en cuestión, no se pusiera en contexto y no se mostrara la parte negra y gris del asunto. Aquí, como siempre, “una de cal y otra de arena” resuelve y disuelve verdades, pensando además que podemos exportar nuestro modelo (modelo de Transición y modelo de series televisivas) a otros lugares, como si no nos hubieran advertido (por activa y por pasiva) en muchas ocasiones que no hay modelo de transición válido, dentro de la legislación internacional en Derechos Humanos, que no procure Verdad, Reparación y Justicia a las víctimas de genocidios y dictaduras como la nuestra.
