Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

¡Qué viene el toro! O la pregunta esencial

"...hasta que apuesto, impasible, y sin odio

apoyado en sí mismo, sereno, sosegado,

hunde casi blandamente el estoque

en la gran ola que rueda y retorna,

y su ímpetu se ahoga en el vacío."

(R.M.Rilke al torero Paquiro In Memoriam, 1907)

Yo soy vegetariano a medias (si es que eso puede existir): sólo como carne de toro (rabo de toro) y animales que sepa cómo se han criado y cómo se han matado...por eso de la coherencia (me gusta la tauromaquia).

Para hablar de la tauromaquia, en un ambiente de desquicie y no-diálogo como el actual, quisiera partir de tres bases:

  1. Los animales no son humanos. Por mucho que les amemos (como yo) nos servimos de  la mayoría de ellos (el resto están en la mar profunda o en las selvas inescrutables) y esto es un hecho que va unido al propio concepto de  “humanidad”. Querer equiparar los derechos entre humanos y animales es  tildar a la humanidad de caníbal, o querer obligar a que  toda ella se haga vegana a la fuerza.
  1. El discurso maniqueo de buenos y malos, sensibles e insensibles, es estéril y poco serio: ¿Era insensible Lorca (entre cientos de artistas de toda índole)  por gustarle la tauromaquia (y ser carnívoro), o era sensible Hitler por amar a los animales (y ser vegetariano)?.
     
  2. Más allá de gustos o disgustos (no se trata de convencer a nadie para que le guste o no la tauromaquia) para mi la clave está en hacerse esta pregunta: ¿Cómo vive y cómo muere el animal del que nos aprovechamos?

No se trata por tanto de discutir sobre gustos o sobre economía (quiénes viven o dejan de vivir de la cría y muerte del toro bravo) sino de preguntarse qué hacer con ese animal que está a nuestro alrededor...y de no caer (consciente o inconscientemente) en la hipocresía bienpensante de una sociedad urbana y maniquea.

¿Cómo matar adecuadamente a un toro bravo, entonces? ¿Con descargas eléctricas, apuntillado en un corredor del que no se puede mover, con un tiro a distancia...o con cualquier otro procedimiento de esas fábricas de muerte en cadena que son los mataderos industriales?  ¿Cualquier cosa con tal de que no se vea la muerte?.

Creo que la manera más “natural” y “noble” (conceptos que también son humanos) para matar a un toro bravo, y la menos hipócrita, es la lidia reglamentada que se establece en la tauromaquia. Lidia que procura que el toro baje la testuz o "humille" y poder así "hacer la cruz" (para que "el diablo no te lleve"): Meter el estoque en el "hoyo de las agujas" que procura la “buena muerte” (otro concepto humano) natural y más rápida…y no tanto la tortura gratuita.

La "tortura" (que es otro concepto humano) tal vez sea la vida de los animales en las granjas industriales y la muerte en los mataderos industriales (donde acaban el 98% de los animales de los que nos aprovechamos…también los toros bravos que no se matan en las plazas, como en Portugal) y no sé hasta qué punto podemos decir que un animal es torturado cuando, después de la pica, las banderillas...incluso el estoque, ese animal no sale corriendo, no huye del picador o del banderillero, y siga embistiendo y arremetiendo casi incansablemente (si es bravo, porque si es manso se devuelve a los corrales). Sufrimiento, sí…lo de tortura es más discutible.

Llegados a este punto podríamos concluir que lo mejor sería que murieran de viejos. De acuerdo, pero ¿en qué dehesas y cuántos? (ahora hay 150.000).

Incluso en el hipotético caso que la sociedad hiciera un debate sobre "la propiedad privada", y que el millón de hectáreas de dehesas que en la Península Ibérica se dedican a estas cuestiones pasaran a manos públicas para mantener allí a los 150.000 toros (dentro de parques naturales) alguna vez, como ocurre en los Parques Naturales actuales, habría que sacrificar a muchos de ellos para controlar el exceso de población.

¿Cuántos toros caben en zoológicos?. I

Y vuelvo a la pregunta: ¿Cómo los matamos?

Si la crítica a la tauromaquia se queda entonces en hacer del sufrimiento y la muerte de un animal un espectáculo público ¿no será esto pura hipocresía?: "Ojos que no ven, corazón que no siente"...que diría aquel, mientras se come una rica hamburguesa happy meal de una vaca criada en una granja, en la que ha vivido en 2 m. cuadrados toda su vida (granja que no se ve) y que es finalmente ejecutada en una fábrica de muerte en cadena (matadero que tampoco se ve).

Lo importante para esta sociedad hipócrita es no hacerse esta pregunta incómoda:  ¿Cómo matar al animal del que nos aprovechamos (cómo viven y cómo mueren)? porque lo verdaderamente importante es no ver cómo viven y cómo mueren esos animales de los que nos aprovechamos. ¡¡Esa es la esencia de nuestra civilización: no ver!!

En una sociedad hipócrita como la Occidental, donde la muerte ha dejado de ser algo cotidiano y se intenta ocultar y esquivar en las TVs y en todas partes porque debemos ser "eternamente jóvenes para consumir eternamente" este tipo de espectáculos taurinos (el Toro de la Vega NO lo es) tan brutales, tan naturales, no caben...pero si caben las granjas industriales y los mataderos industriales… por eso de que no se ven.

Esta reflexión en NADA tiene que ver con justificaciones en torno a si debe existir, o no, la tauromaquia. Gusto o disgusto para lo cual (en ambos sentidos) no hay argumentos que sirvan: o te gusta o no (por eso no cabe hablar de argumentos en torno a la tradición milenaria, al arte que toca todas las artes: arquitectura, música, pintura, escultura, literatura, poesía...a la economía taurina, a las dehesas conservadas, a los animales que se extinguirían, etc.).

Hacerse la pregunta que propongo está más allá de si te gusta o no la tauromaquia (o si debería estar o no subvencionada). Y ambas posturas deberían ser igual de respetadas, al menos hasta escuchar las respuestas a esa pregunta esencial.

 

Comentarios

Enviado por Chamaco el

Señor Muñiz, se puede decir de otras formas y maneras más beligerantes, pero eso lo dejamos para los animalistas, usted lo borda con su lenguaje reflexivo y coherente.
Lo peor de todo es que a esos que vemos liarla a las puertas de las plazas de toros luego no los vemos en las manifestaciones contra el genocidio sirio, ni en la lucha por la vida contra las pateras y la entrada indecente de inmigrantes, ni en las manifestaciones contra los organismos militares, será porque a ellos las personas les importan menos que los animales, lo cual demuestra que su comportamiento tiene poco de humano y mucho de animal. Regalémosles un árbol y que evolucionen...

Enviado por Ignacio Muñiz el

Chamaco, gracias por su comentario. Sin embargo debo decirle que los animalistas tienen TODO EL DERECHO a manifestarse como quieran y cuando quieran para defender lo que creen, sin que sean criminalizados por ello. Y no sólo tienen todo el derecho sino que yo les apoyo en sus manifestaciones (aunque no esté de acuerdo con sus argumentos)..¡Qué quede claro!. Por otro lado ese argumento que esgrime (lo siento) pero no me parece serio: independientemente que los animalistas participen también de otras preocupaciones sociales (que es seguro) si no lo hicieran no es relacionable una cosa y con la otra (a no ser que entre los refugiados sirios, las pateras, los militares...haya toros bravos). Lo que sí es cierto es que, tanto por los animalistas cuanto por los aficionados taurinos (en muchos casos) el debate (más bien el no-debate) está más que desquiciado.

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