Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Paseo entre vientos

 “La valía de un hombre se mide por la cuantía de soledad que le es posible soportar”

  Friedrich Nietzsche

 No es tiempo de rutina ni caminar tranquilos, debemos pasear entre vientos de recuerdos solitarios que flotan en un estanque de   lotos dormidos, donde habitan los recuerdos. Somos conscientes de dónde nos hemos quedado embarrancados con la memoria de vigía, con espacio de lluvia, de vaguedades y sortilegios, vuelo de las palomas huérfanas de paz, temblorosas, ante el diluvio de mentiras, cuando el que no roba se debe a ser manco y ciego, vende cupones.

 Aborto de un tiempo vivido de soledades   en las más   variadas y grotescas circunstancias. El toro del Guernica está bramando. Los aceituneros cautivos, de Miguel, ya no se llevan, la ética borrada del Diccionario de la Academia, luz del carburo, alumbrando la pena del minero. La hoz y el martillo en la chatarrería y coplas sin voces, pero con estruendos calificados de música que quiere la gente, y las partituras a las papeleras. Niños asustados de ojos desorbitados, desarbolados todos los floridos mayos, la fuente de la plaza del pueblo no calma la sed.

La vieja con alcuza alumbrando cadáveres.

Nos quedan hijos con ira, mujeres sin adioses de pañuelos y pan de pueblo adulterado con maza de opulentos supermercados. Todo se envía contra reembolso por Internet y sin derecho a reclamar si lo que se ha pedido no se parece ni a la madre que parió a Napoleón. Nos vamos conformando como   puterío en Cuaresma y al que le dé que perdone, porque aquí mandar, lo que se le dice mandar, es decir, ancho del embudo para como siempre ayer y hoy vaya usted a saber si mañana disfruta de su propiedad.

 El aburrimiento de los discursos y falsas ofertas de rebaja de nuestros políticos de turno, como si un aguijón les hubiese dado un picotazo, los ha sacado de su siesta y verborrea. La palabra podemos se ha convertido para ellos en una bomba de relojería. Planean y calculan los efectos que puede producir su posible explosión. Tiemblan como los niños de ayer cuando sus madres los asustaban, si no dejaban de ser malitos, con llamar al Tío del saco. Esta es la triste y preocupante realidad de España y parte del extranjero, cuando tantos políticos con nómina mensual en vez de temblar y calumniar tanto, debería de recitar en voz alta el verbo   de creyentes resonancias a vírgenes en sus camerinos, rezos y jaranas. Tropel de romeros, alcohol con barra libre y gozo en  el bosque, hijos sí, no Vox, que se echen a los inmigrarte que no hablen cristiano. Y al que le dé que perdone. Alboroto de alcaldes, solidarios por el olivar buscando el burro de Sancho Panza.

 Presencia del pueblo con beatones, pasión, gentío, comedia humana. La Giralda voltea sus campanas. Tentación en rojo y grana, farolillos, manzanilla, verónicas, oro de ley reluce la Maestranza, Carmen se mira en el espejo del río´´ mientras fuma como una valiente cigarrera´, mientras su capitán enamorado se pega un tiro, no se dice dónde.

¡Canta y baila El Giradillo, dibuja en el cielo por sevillanas ojos azules de la mañana. Paseo imaginario por Torre y almenas. No es tiempo de rutina ni caminar.  Los niños en Ucrania oran, prostituyen por fuerza a las mujeres.