Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

M. El hijo del siglo, de Antonio Scurati

No resulta extraño o sorprendente sentirse atrapado en la literatura exquisita por la que se desliza esta obra. Muestra sin complejos de Mussolini, mal actor interpretando a su propio personaje en el gran teatro del mundo.

M. El hijo del siglo de editorial Alfaguaracon traducción de Carlos Gumpert Melgosa, es una obra magistral poseída de un estilo narrativo que impone respeto al lector por  ofrecer la Historia de la realidad del personaje dentro de la ficción. Desde la que se narra el nacimiento, vivencias y tragedias. En una escala con vertiginosa subida de escalones hasta el poder enloquecido de un estado bestial y sangriento. Apología del totalitarismo en la encarnación de la figura política del Roberto  Mussolini, meditativo, cómico y bestial, padre del fascismo y su sangrienta implantación en una geografía de míticos emperadores.

Advierte el autor Antonio Scurati de esta fabulosa obra literaria y política entre la ficción y la historia real que “Los hechos de los personajes de esta novela documental son fruto de la imaginación del autor”. Sin embargo son muchos datos de contenido  palpitante por el que discurre la autenticidad de unos hechos, que marcaron la dolorosa tragedia de una Europa. Gravemente herida con la Gran Guerra sufrida, de la que el fantasmagórico personaje protagonista, hace un uso de fábula triunfalista con la que poder contar con la siempre clase media miedosa y el señuelo de  las masas de un pueblo empobrecido, hambriento bajo la desesperación  del paro. 

Obra que viene al pelo de como observar y analizar la situación actual en España sobre la que sobrevuela el águila sanguinaria del fascismo. Un fascismo solapado con falsa máscara de democracia propia para ingenuos, descontentos y nostálgicos del reciente pasado franquista. Seamos sinceros, algo dejó bien atado a su manera el Caudillo de tal forma que, aunque con disfraz de defensores de la España “real”, va tomando fuerza con sus acólitos nostálgicos y los ingenuos que piquen o cuenta les traiga.

Mussolini desfila por toda la epopeya envuelto de una vanidad desbordante que se sostiene de forma permanente en la táctica de trabajar y callar. Frio y calculador de una  estrategia desde la que aprovecha cuantos  resortes posibles,  propios del conocimiento y la formación que le ha precedido en su historial socialista y demagogo periodista, no exento de habilidad y bagaje cultural. Aparece como todo un emperador sediento de ser un nuevo Augusto desde esa  personalidad histriónica, despótica, enfermo de vanidad y ambición,  con la teatralidad y capacidad de enaltecer a las masas e ir creando un mito y un  ejército. Mezcla de todo lo humano fanático y obediente para construir el poder sanguinario de las “Camisas negras” sin un ápice de temblor ni piedad. Así como el ingreso de todo tipo de mediocres oportunistas, funcionarios, oficiales del ejército de baja graduación, así como  activistas del hampa con la depravada firmeza de todo tipo de actos violentos y masacres empapadas de sangre. 

M. El hijo del siglo constituye el primer volumen de una trilogía concebida para levantar el teatro en el que representar el drama del auge y la caída del imperio fascista de Mussolini: la primavera del patriarca. A todo ello en lugar destacado de la epopeya, se encuentra como fascinante idealista de la revolución el poeta Gabriele D'Annunzi. De delirante sentido y afán de posteridad con un mensaje de elegido para salvar a Italia. Tan sorprendente y desesperado como cómico. Lo preocupante es cuando la locura y el culto a sí mismo encuentran apoyo en la muchedumbre. En resumen, un libro muy necesario de leer por todos aquellos defensores de las libertades y la democracias. Esta novela de no ficción, ha obtenido  el último premio Strega, digno sucesor de Pavese, Elsa Morante, Bufalino o Magris.