Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Cañaverales electorales

¿La oposición no se da cuenta que si no cambia su estrategia política de comunicación, si es que tiene alguna, no va a conseguir las metas que se propone? Al gobierno se le podrán atribuir todas las maldades posibles, bien por ineptitud, estulticia o por mantenerse en el poder, pero nunca que no saben vender su producto. La realidad la retuercen, cual columna salomónica, haciendo creer mentira verdad, la repiten una y otra vez hasta la saciedad de tal forma que una gran cantidad de personas llegan a creérselo porque desgraciadamente la lectura y formación personal ha caído en desuso.

Los medios de comunicación están comprados por el gobierno, salvo pocas excepciones, las cadenas de radio y televisión dicen y muestran lo que les mandan que anuncien y cómo es eso lo que entretiene al personal, pues…,¡échale hilo a la cometa! Al final que consiguen con tanta indignidad, confundir al ciudadano y a la hora de votar se cumplirá el dicho de “a rio revuelto ganancia de pescadores”. Luego vendrán los lamentos y echarse la culpa unos a otros, pero la realidad es que la pasividad, esperar que caiga a breva madura por si sola; el acobardamiento, pensar que decir lo que se debería hacer les restaría votos, teniendo personas con experiencia y preparación para desempeñar los cargos en los diversos ministerios, es a mi modo de ver, de una irresponsabilidad supina.

El ver como se destroza un país en todos sus estamentos, constitucional, judicial, social, territorial, económicos, como no se respetan sus símbolos, como hemos pasado de tener cierto prestigio en el mundo al ser un punto estratégico entre continentes y una potencia medianamente aceptable, a ser la mofa en el exterior, al no comprender tanto desatino como se está llevando a cabo de manera sorprendentemente irresponsable.

¿Qué hace la oposición? No se la oye por ningún sitio. ¿Se tiran chinitas entre ellos, tirones de oreja o se ponen “ruedas” en el camino, como dice alguna ministra intelectual?

Deberían estar, a mi modo de ver, mañana, tarde y noche en todo los medios públicos y privados diciendo lo que piensan derogar, cambiar, poner, mejorar etc., si es que piensan hacerlo, claro está, a modo de mantra para al menos poder equilibrar la balanza con el gobierno. De esta forma la ciudadanía a la hora de votar tendría las cosas un poco más clarificadas y definidas.

Las palabras se las lleva el viento, son los hechos los que cuentan para lo bueno y para lo malo. Cuando se tiene la responsabilidad de dirigir y gobernar algo, ya sea familia, empresa y por supuesto un país, hay que ser resolutivo, hacer las cosas  con prontitud, dinamismo, transparencia, dignidad y por supuesto ética y moral. A los políticos se les elige para que gobiernen y lo hagan bien. Son servidores de la sociedad, no patriarcas, se les paga con nuestros impuestos y deben gestionar a favor de la misma, no para enriquecerse personal y prontamente. Se les debería caer la cara de vergüenza por disfrutar de tantos privilegios sociales y económicos a costa del esfuerzo del contribuyente, y encima tienen la desfachatez de considerarse progres.

¿Por qué en tiempos de vacas flacas, como ahora, no se bajan el sueldo los políticos en vez de subírselo? ¿Por qué no pagan los impuestos que pagamos todos en vez de la reducción del 40% de sus altísimos sueldos libre de los mismos? ¿Por qué tenemos que pagar a tantos senadores, parlamentarios y asesores? Senadores y parlamentarios que en vez de llegar a acuerdos se insultan y arrojan sus trapos sucios convirtiendo las instituciones en corralas chabacanas. Cuando hacen falta tantos asesores será porque la persona no es la adecuada para desempeñar tal o cual cargo, pues que pongan a una que si lo sea, así nos ahorraríamos un buen dinero. –Si sigo con los por qué, haría el artículo interminable y al margen de cansar, tendría que poner una lluvia de improperios malsonantes que dañaría la vista del lector.

El refranero español es muy rico, tiene un refrán para cada caso y a mí se me ocurre uno para este momento “No hay peor cosa que un piojo resucitado”

Me da a mí, que con los mimbres actuales que tenemos estoy pidiendo mucho, no sé si saldría una lujosa cesta o un capacho para escombros.