Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Lenguaje sexista: lo esencial es invisible a los ojos

La obra más famosa del aviador y escritor Antoine de Sant-Exupéry (1900-1944), su mundialmente traducido El Principito (Le petit Prince) (1) posee entre sus líneas, observaciones profundas sobre la naturaleza humana. En este sentido refiere cómo en ocasiones aquello que tenemos delante, por pequeño o grande que sea, no apreciamos su belleza o su valor interno pasando desapercibido, como si no existiese. Una frase que invita a reflexionar cuando vemos algún pictograma o leemos alguna frase y detectamos evidentes signos de mensajes y lenguaje sexista que además, tan evidentes son que pasan inadvertidos ante los ojos de las personas que los contemplan o leen. Siendo tan esencial y evidente, permanece cegado a las personas videntes, invisibles.

Para centrar el tema, me remito, a varios ejemplos que expongo a continuación:

Desde la apertura del Hospital Infanta Margarita, hace ya cuatro décadas, existe un documento interno denominado “Acta de Entrega” cuya cumplimentación es de carácter obligatorio cuando se produce el fallecimiento de algún paciente tras la certificación médica. Dicho documento deja constancia de la transferencia que se realiza con posterioridad entre el personal de Enfermería del Servicio o Unidad donde se ha producido el fallecimiento y el personal normalmente denominado “Encargado de Turno” que asume el traslado hasta las dependencias específicas donde queda el cadáver a la espera de ser llevado por una funeraria a donde proceda.

Dicho esto, las personas profesionales que intervienen en dicha transferencia del cadáver bien pueden ser hombres o mujeres. Éste hecho hace que la redacción del Acta de Entrega sea incorrecta en cuestión de géneros masculino y femenino. Al cumplimentarlo el que suscribe por motivos relacionados con la profesión es cuando se detecta la enorme incongruencia de género que clama a los ojos y a la mente, y sin embargo, siendo tan evidente el sexismo que se desprende, ¿nadie tras 40 años de estar en vigor se ha planteado modificarlo y actualizarlo eliminando los supuestos de género que contempla? ¿De qué sirven las declaraciones institucionales o del tejido asociativo que reclaman igualdad si aún permanecen activos documentos sexistas? (2) Declaración Institucional del ayto. de Cabra)

En el documento Acta de Entrega se expresa tras los datos de identidad de la persona fallecida:

    … / …..   “Realiza la entrega la Supervisora o Encargada de la planta la Srta. ……………………………. y se hace cargo del cadáver el Celador del Depósito de Mortuorios D. ……………………………………

Que firma la presente acta, por duplicado, como conformidad”

         El. Celador:                            La Supervisora o Encargada:   

Bien es sabido que en la actualidad lo cumplimenta el personal de Enfermería (Hombre o Mujer) referente del paciente recién fallecido. El término Srta (Señorita) no solo suena a poco profesional y anticuado sino que implica la consideración exclusiva del género femenino y además vinculado a la característica de soltería. Es más el término “Supervisora” igualmente hace referencia al género femenino cuando bien es sabido que existe el término “Supervisor” dado que dichos cargos pueden ostentarlo como no puede ser de otra manera, ambos géneros. Mas aún, quien los ostenta, no suelen cumplimentar las mencionadas Actas de Entrega pues como se ha comentado, lo lleva a cabo la Enfermera o Enfermero referente en el momento del fallecimiento de su paciente.

Podemos seguir leyendo el documento que comentamos y nos volvemos encontrar con otra incongruencia de género: se hace cargo del cadáver el Celador…. Nuevamente aparece la discriminación de género vinculada al puesto de trabajo pues bien sabemos que pueden ser tanto Hombres cómo Mujeres quienes desarrollen dicha actividad profesional.  Sobre la firma final del Acta de Entrega creo que ya está explicado más arriba. 

Quiero hacer una llamada desde éstas líneas a las personas responsables de modificar dicho documento interno cuyo código de referencia es: CEL-2/000476. No solo vulnera una cuestión de género sino que hace uso de un lenguaje desfasado e impropio de los tiempos actuales. Lo esencial y evidente, es invisible a los ojos de las personas que nos vemos obligados a cumplimentarlo y a las que nos chirrían ojos y mente cuando leemos el lenguaje sexista que aún persiste y nadie hace nada por modificar.  Quien suscribe las presentes líneas lo ha hecho saber a las diferentes Direcciones que han ido transitando por el Hospital. La última, tras solicitar en varias ocasiones entrevista personal, el silencio es la respuesta. Nada se ha hecho por actualizar el citado documento. Ni que decir tiene que cuando me corresponde cump

limentarlo, en presencia de las personas encargadas del turno,  procedo a tachar lo que no se corresponde ante las incongruencias de género y cargos que aparece. 

No acaba ahí la cuestión, pues igualmente desde hace años el Hospital dispone de una profesional de Trabajo Social que, sin entrar en detalles,  atiende los problemas sociales que se detectan en el ámbito hospitalario. Pues bien, dicha profesional es una Mujer como lo fue la anterior trabajadora social, y a su vez la anterior etc. etc. Y siendo mujer la persona que desarrolla dicha labor, ¿cómo es posible que a escasos metros de su despacho exista un panel indicador en el que se lee: “Trabajador Social” 

Una simple letra que falta en Trabajador(a) para convertirla en el género de la persona 

que realmente lo ostenta: Una Mujer. Otra opción sería exponer en el cartel: “Trabajo Social” al ser incluyentes de ambos géneros y mas igualitario.

Podemos continuar con la cuestión sexista que nos rodea de forma callada que en nada cont

ribuye a crear y consolidar una sociedad más igualitaria entre ambos géneros. Vuelvo a poner otro ejemplo: Un conocido

 sindicato de enfermería para ilustrar la ratio paciente/enfermera/o hace uso de un cartel en el que figura la ocupación total de camas hospitalarias por plantas. 

Y llama poderosamente la atención, al menos a mí me pasa) que los pictogramas usados son exclusivamente de pacientes varones. Ni una sola mujer aparece en el cartel como paciente ingresada. Más allá de la comodidad que pueda suponer el “cortar y pegar” sucesivamente un dibujo para hacer un cartel, debe tenerse en cuenta lo que representa. Bien podría haberse incluido en dicho cartel la mitad de los pacientes mujeres. Sin embargo, no parece llamar la atención ni siquiera al grueso profesional femenino del hospital que pasa inadvertido ese detalle, de forma subliminal entra en nuestro inconsciente y continuamos perpetuando el sexismo en lenguaje y en imágenes.

Nuevamente, lo esencial es invisible a los ojos. Y mientras se mantengan los ojos cerrados, tapados, vendados…. la desigualdad entre hombres y mujeres estará presente en multitud de mensajes que circulan no solo por las redes sociales sino en el día a día o en los ejemplos que expongo y que repito, en nada contribuyen a crear y consolidar una sociedad más igualitaria entre hombres y mujeres. Se han editado múltiples guías de buenas prácticas para la redacción no sexista de documentos(3) que bien debieran conocer las personas que ocupan puestos de responsabilidad, así como el resto de profesionales. Para estar atentos y actuar en consecuencia. Incorporando estrategias lingüísticas y discursivas que nos posicionen realmente en favor de los derechos de las mujeres y la comunidad.

 

Referencias e imágenes:

  1.  Martínez Jiménez, José Antonio; Muñoz Marquina, Francisco; Sarrión Mora, Miguel Ángel (2011). «Los textos dialogados». Lengua Castellana y Literatura (Akal edición). Madrid: Akal Sociedad Anónima. p. 177. ISBN 9788446033677.
  2. https://cabra.eu/2021/11/24/la-delegacion-de-igualdad-y-mujer-organiza-un-amplio-programa-de-actividades-contra-la-violencia-de-genero/
  3. https://www.inmujeres.gob.es/servRecursos/formacion/GuiasLengNoSexista/docs/Guiaslenguajenosexista_.pdf
  4. Foto 1: Fragmento del Documento Acta de Entrega
  5. Foto 2 y 3: Cartel indicativo en género masculino
  6. Foto 4: Cartel reivindicativo con todos los pacientes masculinos.