Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

La Serpiente y la Luciérnaga

Había una vez un hermoso bosque rodeado de montañas, valles y ríos en el que vivían gran cantidad de aves grandes como buitres y águilas y pequeñas como pajaritos y pajaritas de todo tipo con grandes y corvos picos. También con_vivían insectos como arañas, moscas y mosquitos, artrópodos como saltamontes y santateresitas, alacranes y escorpiones, de gordos aguijones así como ranas, sapos y gusarapos. También había ardillas, liebres y conejos…. Todos vivían y con_vivían temiéndose unos a otros pues unos eran alimento de los otros y en cualquier momento devorados podían ser.

El bosque era hermoso y también temeroso. Aunque eso sí no había Osas ni Osos. Desde que los primeros rayos de luz aparecían difuminados entre arboleda y vegetación, hasta que el manto de la noche envolvía en oscuridad cada espacio boscoso, todas y todos, estaban temerosos.

Cierto día de primavera, con el bosque en su máximo esplendor llegó un pequeño insecto, de nombre Luciérnaga, ajena a todos los temores que sus habitantes tenían de noche y de día. Era de alas transparentes, surcada por las llamativas líneas que a modo de celdas eran auténticas membranas que unas veces, la luz almacenaba, y otras con destellos reflejaba.

Sin embargo, Luciérnaga como sus alas no podía ver, desconocía los hermosos reflejos que su luz producía cuando caminaba o revoloteaba cada día. Eran hermosos, iridiscentes, pues según fuera el momento de la noche ó el día, emanar podía con toda la gama de colores principales del arco iris: Del rojo pasaba al anaranjado, luego al amarillo….y al verde, o al azul, sin olvidar el añil o el violado o la combinación de todos ellos.

Luciérnaga a todas y todos apreciaba y quería. Ni los pajarillos comérsela querían pues era tanta su belleza y bondad que bien venía mantener su amistad, pues a todas y todos siempre dispuesta estaba para ayudar.

Sin embargo, Luciérnaga desconocía que un animal había, y que todas y todos temían pues a todas y todos comer quería. Nadie a Luciérnaga avisó de tan tremendo peligro que en cualquier momento acechar podía y que de un bocado sin compasión, se los comía.

Ése temible animal, era una gran serpiente que a su sinuoso paso, un inconfundible rastro en la hojarasca hacía. Pajaritos y Pajarracos cuando la serpiente veían, con cantos, vuelos o llamadas a sus crías, éstas raudas venían pues la Serpiente comer quería y piedad no tenía.

Cierto día, bajo las ramas de un hermoso Tejo, discusión había, entre todas y todos los habitantes del bosque mientras Luciérnaga dormía. Un peligro tan grande, ¡cómo no advertírselo debían! unos decían, mientras la gran mayoría, que se le ocultara el peligro decían. Y así fue, nadie nada le dijo del peligro que sobre Luciérnaga se cernía. Unos por envidia y maldad ocultarlo querían y si Serpiente se la comía, que no hubiera sido tan atrevía. Otras calladas permanecían pues destacar y apoyar a Luciérnaga nadie quería pensando que con la Serpiente nadie podía.

Y todas y todos desconocían que con la unión nadie en el bosque ni miedo ni temor tendrían pues si todos al unísono agredían, la Gran Serpiente, moriría y libres vivirían sin el temor de cada noche y día. Y así, nadie a atacar se atrevía.

El bosque creciendo fue con algunas semillas que Luciérnaga traía. Cuán hermoso nuevos brotes aparecían que con el transcurrir del tiempo, crecían y crecían. A su vez, las sombras que sus ramas producían, gran alivio y consuelo generaba en otros animalillos que por allí merodeaban en algunos momentos del día.

Tan comentada era la labor de Luciérnaga desde que en el bosque apareció que cierto día, a oídos de la Gran Serpiente llegó. ¡¡No podía ser, que un diminuto Ser, a todas y todos ayudaba a vivir y crecer y sin saberlo, de sus mandíbulas proteger!! Arrrggggg!!! Arrrgggg!!! Así misma se decía.

Gran Serpiente, llena de rabia en su busca fue. Difícil tarea encontrar a Luciérnaga entre tanta hojarasca y maleza. Sin embargo, hubo quienes a Serpiente ayudaba, para encontrar a Luciérnaga allá donde moraba.

Luciérnaga a todas y todos ayudaba y en todas y todos confiaba pues amigables con ella se mostraban. Aunque….. ¡Cuán ajena estaba a la trama que por detrás de sus hermosas alas, sus amigas tramaban! Ni imaginar podía, las envidias y maldades que su presencia cada día generaba.

Ni que por aquellos lares, una gran serpiente merodeaba, y que a oídos suyos había llegado, que cierta Luciérnaga a todas y todos ayudaba.

¿Quién sería ese diminuto ser? gran serpiente se preguntaba y lo que es peor, amistades y conocidos mentiras sobre Luciérnaga le contaban para que su odio se acrecentara y ver todas y todos, qué pasaba.

En cierta ocasión, cayendo la noche, comenzaron a revolotear aves menores y mayores pues percibían que Gran Serpiente cerca se encontraba. Mucho miedo le tenían pues palabra no mediaba y al momento a quien pillara, de un bocado, se lo zampaba.

Luciérnaga, su espacio también cuidaba, y nada de hojarasca encontraba quien por su casa pasaba. Comenzó a oír un extraño sonido para ella desconocido y por entre las ramas del bosque cada vez era más intenso el zumbido. Bisssss……Bisssss….. Oía Luciérnaga… y sin temor buscaba de donde procedía.

Caía ya la noche cuando al momento Gran Serpiente y Luciérnaga de frente se veían. ¡¡No podía ser!! De un rápido salto, la serpiente a Luciérnaga atrapó, y abriendo grande su boca, al momento de comérsela esperar decidió ante la pregunta que el indefenso insecto le presentó:

¡¡¡Gran Serpiente….. Gran Serpiente!!!…. ¿porqué comerme deseas si a todas y todos ayudo para vivir en armonía incluso con tu presencia cada día?

Gran Serpiente, a la pregunta sólo esto respondía…..

¡¡Porqueeee BRIIIILLASSSSS!!

Al momento, Luciérnaga sus hermosas alas iridiscentes descubrió, y al momento las apagó….. y del nudo de la serpiente escapó ante la presencia de todas y todos a quien tiempo atrás ayudó. Todas y todos callaron mientras la escena sin hacer nada contemplaron, perdiendo la ocasión de atacar todas y todos juntos, a la Gran Serpiente y acabar de una vez con el miedo que en el bosque seguía latente.

Luciérnaga en el bosque permaneció, pues era tan grande y extenso que a su crecimiento contribuyó y cada noche, con sus brillantes alas ilumina cada hoquedad conociendo con sinceridad a quien con amistad considerar y en quien confiar sin envidia levantar pues Luciérnaga en el bosque con_vive y al tanto de la traición ahora está. Todas y todos lamentan la ausencia de Luciérnaga pues bien saben que tan alta traición no merece amigable condición.

Gran Serpiente, a otros devoró a pesar de haber sido por ellos ayudado y se cuenta que aún zigzaguea por el bosque, zampando y comiendo sin piedad a quien se le antoje y a quien como Luciérnaga, brille ya sea de día o de noche.

...Y colorín colorado, el Bosque seguirá habitado!

 

Pd.- ¡A todas las Luciérnagas que brillan con Luz propia en especial a mi hermana Teresa, en su cumpleaños y abnegado compromiso por la calidad humana en su trabajo!