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Los sindicatos CSIF y SATSE critican las listas de espera en la sanidad andaluza y el SAS se defiende

SALUD. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, de Córdoba alerta del aumento de las listas de espera en la Sanidad Pública cordobesa en los últimos cinco años como consecuencia de los recortes realizados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) con especial incidencia en la pérdida de empleo en los hospitales y en los centros de salud repartidos por toda la provincia.

 La responsable del Sector de Sanidad de CSIF Córdoba, María Maestre, informa de que entre junio de 2011 y junio de 2016 el número de cordobeses que aguardan pasar por el quirófano aumentaron un 47%, al pasar de 5.946 a 8.745. En el caso de las intervenciones que por decreto deben realizarse antes de un plazo de 180 días hay 2.026 pacientes más a la espera (+49%), mientras que para las operaciones de menos de 120 días el aumento asciende a 773 personas (+41%).

En cuanto a los días, durante el último lustro se ha pasado una media en Córdoba de 48 a 55 jornadas para las intervenciones quirúrgicas más complicadas, mientras que para el resto el plazo medio de demora ha crecido de 40 a 45 días. Tampoco se ha producido ninguna mejora en las pruebas diagnósticas, cuya lista de espera se ha incrementado casi un 70%, hasta situarse en junio de este año en 5.177 personas.

Maestre recuerda que en todos estos años la contratación de personal eventual para cubrir bajas y jubilaciones ha sido “ínfimo” en la Sanidad Pública cordobesa, al mismo tiempo que las contrataciones hasta el pasado año fueron al 75 y al 50% debido a la exigua tasa de reposición del 10% vigente hasta entonces. Desde CSIF se resalta que “la destrucción de puestos de trabajo y la reducción del poder adquisitivo de los profesionales han sido dos de los principales efectos de la errónea política de ajustes llevada a cabo por el SAS”. En los últimos años han sido un millar de empleos los que se han perdido en los centros sanitarios de toda la provincia, de los que más de 300 se corresponden con el Hospital Universitario Reina Sofía.

La máxima representante del Sector de Sanidad de CSIF Córdoba pone en duda la veracidad de los datos ofrecidos por el SAS en cuando a las listas de espera, ya que “estamos seguros de que la cifra total de pacientes aguardando para ser operados o para pasar una prueba diagnóstica es  mayor de la ofrecida en las estadísticas oficiales”. Asimismo, “tenemos constancia de que la agenda para solicitar demanda quirúrgica se cierra en algunos momentos del año”.

Por su parte, el Sindicato de Enfermería SATSE-Córdoba ha advertido, tras analizar los datos presentados por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, que los tiempos de respuestas asistenciales en el Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA) vuelven a incrementarse con respecto a años anteriores.

Así, y al contrario de lo que la Consejería ha pretendido mostrar, el número de pacientes y la demora para ser atendidos aumenta, dejando en evidencia una vez más que la política economicista en la Sanidad de Andalucía tiene consecuencias en el servicio se presta al ciudadano.

De esa manera, según los datos comparados por el Sindicato de Enfermería, y tomando como referencia el número total de pacientes (incluido los pacientes que figuran sin garantía), en el último año en el registro de demanda quirúrgica programables con un tiempo de respuesta máximo de 180 días, se ha producido un aumento de 3.299 usuarios, con un total de 65.734 pacientes en espera a junio de 2016, pasando así de 59 a 62 días de demora media para ser intervenido.

Hay que recordar, que el pasado año dicha cifra era de 62.435. Un dato, el del 2016 que aumenta aún más si lo comparamos con el año 2011, previo a los recortes, cuando la lista de espera descendía a 51.779, con una media de demora de 54 días. Ello supone que la lista de espera para ser intervenidos de los procesos incluidos en el decreto de garantías de 180 días ha ascendido en el vigente año en relación al 2011 en 7.309 pacientes.

En lo referente a los procedimientos más frecuentes con un tiempo de respuesta máxima de 120 días (incluyendo el número total de pacientes, con y sin garantías), se ha pasado de 28.206 usuarios en junio de 2015 con una espera media de 50 días a los 28.706 a junio de 2016, manteniéndose la demora de 50 días de media. Ello supone el incremento de 498 pacientes en las listas de espera con respecto al 2015. Un dato que resulta alarmante, apunta el Sindicato, si lo comparamos con el año 2011, cuando había 5.549 pacientes menos esperando para una intervención quirúrgica de este tipo, siendo el dato por entonces de 23.155 usuarios inscritos en este registro.

 

De igual forma, continúa detallando SATSE, también crecen los pacientes en espera para una prueba diagnóstica desde los 30.103 registrados a junio de 2015 a los 32.799 de junio del presente ejercicio, con un tiempo medio de respuesta de 18 días. Y en la misma línea se encuentran los tiempos de respuesta en consultas externas, ya que su número de pacientes inscritos también ha aumentado, pasando de los 189.696 pacientes con una espera media de 42 días a 197.021 usuarios que en 2016 se ven obligados a esperar de media 45 días para recibir atención en una consulta externa.

A la luz de esos datos, el Sindicato de Enfermería advierte del deterioro sufrido por el Sistema Sanitario Andaluz por los recortes aplicados y las consecuencias directas que tiene en el servicio que se presta a los ciudadanos. De hecho, SATSE recalca que, tal y como corroboran los datos, que el crecimiento de la listas de espera es un fiel reflejo de la enorme destrucción de empleo que se está produciendo en el SAS pues, desde el año de 2011, el SAS ha perdido más 5.000 profesionales de Enfermería. Esta situación es para el Sindicato de Enfermería contradictoria ya que precisamente el retraso en la resolución de los problemas de salud incrementa las necesidades de cuidados de enfermería y en general el consumo de recursos sanitarios

Además, continúa el sindicato sanitario, se da la circunstancia de que las cifras de las listas de espera no han sido aún más superiores porque la Consejería de Salud ha aumentado el gasto en conciertos sanitarios, externalizando prestaciones públicas.

A su vez, SATSE no comprende que la Consejería se muestre satisfecha con estos datos, alardeando que es una de las comunidades autónomas que mejor tiempo de respuesta ofrece al ciudadano, cuando en realidad la demora cada año es muy superior al anterior, empeorando por tanto considerablemente la prestación que se presta a los usuarios.

A juicio del sindicato sanitario, ante unos registros de respuesta que cada año son superiores y más perjudiciales para los usuarios, la Consejería debería reconocer el menoscabo paulatino que sufre el sistema sanitario de Andalucía y comenzar de manera inmediata a adoptar las medidas necesarias para ponerle freno.

Finalmente, el Servicio Andaluz de Salud manifiesta que Andalucía siempre ha sido transparente con la información sobre sus tiempos de espera quirúrgicos, de consultas externas y de pruebas diagnósticas. Precisamente ayer responsables del SAS ofrecieron datos detallados de la situación de las listas de espera y fue el gerente el que expuso públicamente que la tasa global de pacientes por cada mil habitantes en lista de espera ha aumentado en 0,49 con respecto a junio del año pasado y un 0,07 más en la referida a las operaciones que no deben superar los 120 días, por lo que no se entiende que Satse advierta de algo que manifestó ya ayer la Administración sanitaria. Con todo, y a pesar de este ligero incremento, Andalucía sigue estando 5,18 puntos por debajo de la media nacional en la tasa global y 2,12 puntos en los procesos de 120 días.

Este sindicato, refiriéndose a SATSE, ha debido tener en cuenta al realizar su análisis de los datos, ya que representa a un colectivo sanitario y es conocedor de la situación en el sistema, que este incremento, como explicó ayer el gerente, se debe mayoritariamente al aumento de indicaciones quirúrgicas ya que en los últimos cinco años, se ha evidenciado un incremento del 10,8% en el número de pacientes con indicación de cirugía, relacionado con patologías asociadas al envejecimiento de la población y que se concentran en las especialidades de traumatología, cirugía general y oftalmología.

Esto refleja que la capacidad de respuesta quirúrgica no solo se ha mantenido, sino que ha crecido, concretamente, en un 10%, a pesar de corresponderse con los años de mayor dificultad económica. Anualmente, son casi 500.000 intervenciones las que se realizan en los 507 quirófanos con los que están dotados los hospitales públicos andaluces. En el primer semestre de 2016, el volumen de actividad quirúrgica se ha incrementado en un 4,3%

Los datos publicados ayer reflejan que Andalucía vuelve a tener la tasa más baja de pacientes en lista de espera quirúrgica, a pesar de ser la comunidad autónoma con mayor población, manteniendo los tiempos de demora media estables en el último año. Por tanto, la población andaluza aguarda un mes menos que la media del conjunto de pacientes del Sistema Nacional de Salud (SNS) para una operación no urgente.

A fecha de 30 de junio de 2016, los andaluces y andaluzas tienen una espera media de 59 días para operarse de alguno de los más de 700 procedimientos que se incluyen en el decreto de garantías con el que Andalucía fue pionera a nivel nacional en 2001, estableciendo que la demora máxima de estos procedimientos fuera de 180 días. En los 71 procedimientos en los que Andalucía da garantías para no superar los 120 días de demora quirúrgica, la demora es de 46 días, lo que supone 34 días menos que la media del SNS.

Es llamativo que el sindicato utilice adjetivos como alarmante en su comunicado, cuando son precisamente ellos los que están intentando crear una alarma injustificada en la población con un discurso que nada tiene que ver con la realidad que se está exponiendo desde el Servicio Andaluz de Salud.

En cuanto a las pruebas diagnósticas, el plazo para someterse a un procedimiento diagnóstico se sitúa en 18 días en la comunidad autónoma andaluza. El volumen global de pruebas diagnósticas cada año es de 12,2 millones, de las que 9,9 corresponden a las incluidas en el decreto de garantías. En el primer semestre de 2016, el volumen de pruebas diagnósticas se ha incrementado un 8%.

Es absolutamente falso que Salud esté externalizando cada vez más prestaciones públicas y hay que recordar que cerca del 97% de la actividad sanitaria se realiza con centros públicos, habiéndose registrado en los últimos años un descenso progresivo de los conciertos sanitarios.

El sindicato debe también saber que el SAS, lejos de triunfalismos y tal y como expresó ayer el gerente del SAS, ha manifestado en repetidas ocasiones que, a pesar de mantener las medias andaluzas entre las mejores a nivel nacional y tener la tasa más baja del conjunto de comunidades autónomas, el Gobierno andaluz sigue buscando márgenes de mejora para continuar cumpliendo los plazos establecidos y reducir los tiempos. Para ello, seguirá trabajando de la mano de los profesionales, quienes hacen posible responder al compromiso de plazos máximos que tiene la administración autonómica.

Por tanto, el SAS pide al SATSE que deje de hacer demagogia con un tema tan sensible y abandone el ataque fácil y el discurso simple, sin analizar unos datos que ellos bien conocen, y que se han ofrecido de forma clara y rigurosa en rueda de prensa y a través de la página web.

En cuanto al discurso destructivo que mantiene sobre el empleo en el sector de Enfermería, hay que recordar que el SAS es la mayor empresa sanitaria del país, generando el 18,3% del empleo sanitario nacional, y que el Gobierno andaluz lleva años apostando por el mantenimiento del empleo público pese a las restricciones impuestas por el Gobierno central bajo la excusa de la austeridad.

La plantilla de enfermería de la sanidad pública andaluza se mantiene estable en los últimos años. Entre 2012 y 2015, han venido trabajando en la sanidad pública andaluza una media de 27.345 profesionales de enfermería. Además, Andalucía viene impulsando el desarrollo profesional de la enfermería con nuevas competencias como la indicación enfermera o las prácticas avanzadas, un aspecto que Satse parece pasar por alto.