La subida del cauce del río Genil por las fuertes lluvias de las últimas semanas y por el obligado desembalse del pantano de Iznájar, cuyo nivel se ha acercado al cien por cien de su capacidad, ha provocado inundaciones en la aldea lucentina de Jauja por cuarta ocasión en los últimos meses desde el pasado mes de septiembre.

El campo de fútbol y los vestuarios están inundados, además el agua ha entrado en los sótanos de cinco viviendas cercanas y el consultorio médico ha tenido que ser desalojado ante el riesgo de inundación.

Jauja vive con preocupación la situación, pendientes de las lluvias, que de precipitar en abundancia en los próximos días podrían empeorar una situación que el delegado de la Alcaldía de Lucena en esa localidad, Rafael Gómez, ha calificado de límite.

La vigilancia en Jauja es permanente, ya que se teme que una tormenta provoque el aumento del cauce y ocasiones nuevos daños en edificios, además el alcalde pedáneo, Rafael Gómez, ha expresado su preocupación por cómo puede afectar el agua a la estabilidad de las viviendas cuyos sótanos están inundados desde hace días.

La inundación del campo de fútbol, la cuarta vez que ocurre en los últimos meses, impedirá usar este espacio como zona de aparcamiento especial durante estas fiestas de Semana Santa, tal y como estaba previsto.

Gómez ha destacado que es fundamental que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir actúe en la zona de una vez, manteniendo la limpieza del cauce del río Genil y construyendo un muro de contención para  evitar inundaciones que se vienen produciendo en Jauja de manera repetida en los últimos años, y que han convertido en algo común este tipo de situaciones.