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Juan José Carvajal consigue su nueva hazaña Cádiz-Cabra en 49h 37´22" y su solidaridad con Izan

DEPORTE. CABRA. Arropado por un grupo de amigos ha hecho su entrada en la Barriada Virgen de la Sierra el deportista egabrense Juan José Carvajal, al que Sur de Córdoba entrevistó recientemente, que ha cubierto corriendo la distancia de Cádiz hasta Cabra en un nuevo reto de unir el centro geográfico de Andalucía con todas las capitales de las provincias de nuestra Comunidad Autónoma.

Además de la hazaña deportiva, cubierta en 49h 37´ 22´´, sin descanso nada más que para cubrir sus necesidades básicas y ajustar el tiempo de llegada, Juan José muestra su cara humana aportando su ayuda al pequeño Izan. En la línea de meta se encontraban familiares, amigos, vecinos y autoridades que querían estar presentes en este gran momento. La llegada a meta y el primer abrazo con su madre que lo esperaba con un ramo de flores fue más que emotivo, como el gesto de Juan José que a su vez e inmediatamente se lo entregó a Izan que estaba en brazos de su madre.

Después de las muchas felicitaciones, entre abrazos y palabras de júbilo, los presentes se dirigieron a los jardines de la calle San Fernando donde se estaba preparando una paella solidaria.

Según ha contado Juan José Carvajal a los medios “la salida fue difícil, ya que tuvo lugar en el Puente de la Constitución a las 9,30 h. y al no poder ir por autovía costó salir de Cádiz. Luego, ya todo bien camino del Puerto y Jerez en un día muy fresquito, y como yo también estaba fresco iba a unos ritmos infernales de 4,30 el km. con lo que al final del día iba muy por encima de lo previsto con 140 km. recorridos, así que a la 1,30 de la madrugada tuve que parar 4 horas para adecuar el recorrido a lo previsto para la llegada”.

Continúa relatando Juan José que “el segundo día, cuando el calor empezó a apretar, el cuerpo también empieza a pasar factura y había pensar en regular para adecuar el tiempo a las circunstancias”. Y nos dice “también tuve que parar la segunda noche porque iba pasado de tiempo y era fundamental regular para llegar aquí a las doce para que funcionara la barra y ayudar a Izan”

A la pregunta de que si no sólo era una prueba dura físicamente sino también mental, nos respondía que por supuesto, que “ha tenido momentos muy duros, muy duros, sobre todo anoche cuando no había manera de aguantar el dolor insoportable de la planta del pie. Sin embargo no he tomado nada, ni un ibuprofeno ni un paracetamol, y había momentos que tenía que agarrarme a los quitamiedos de la carretera y levantar los pies un momento para poder seguir andando”.

En el reto ha contado con el apoyo de sus hijos Juanjo y Tamara como siempre, que han sido los que han estado pendientes absolutamente de todo lo referente a la carrera, los caminos disponibles... de todo durante las más de 49 horas.

Carvajal comentaba que “al final del recorrido, ya antes de Lucena, se me unieron muchos corredores a pie y en bicicleta, y también los del Club de Atletismo Running de Cabra y los niños del CAE más adelante, y yo con todos ellos estupendamente, encantado de la vida.”

El recibimiento nos dice que “ha sido algo muy bonito, me sospechaba algo, pero no tanto como había aquí montado, y una gran alegría, y lo que me han escritos mis niños, y lo que me ha dado Juanito (bar colaborador), en fin, todo, una sorpresa que no esperaba y que, la verdad, no creo que merezca. No sé por qué… pero bueno aquí estamos, todo muy emocionante, pero yo sólo quería hacer mi reto, otro más y el año que viene pensar en Huelva”. Frases que demuestran la humildad de este gran deportista.

La anécdota del recorrido fue, que cuando se encontraban por la madrugada haciendo hora para el ajuste de tiempo, Juan José estaba en un saco de dormir debajo de un olivo, y cuando se les acercó un coche que los alumbró, posteriormente se alejó y luego aparecieron dos más con lo que "pensamos que eran gentes que venían a robarnos, así que nos montamos en el coche y nos dirigimos a la comisaría de Lucena a denunciarlos, y uno de los coches de ellos que vino detrás de nosotros resulta que era también un hombre al que le habían robado un remolque y pensaba que éramos nosotros los que se lo habíamos robado. Luego se aclaró todo, nos pidió perdón y ya está".