MÚSICA. El sábado noche abrió las actuaciones en el Auditorio egabrense 'Juan Muñoz' la cantante Rosario con el tercer concierto de su gira Universo de ley. Un espectáculo en el que la madrileña repasó las canciones más conocidas de su larga trayectoria, muchas de ellas incluidas en su último lanzamiento discográfico en el que hay muchos duetos.
Lucía el Auditorio muy buena entrada de un público con ganas de pasárselo bien desde el primer momento y que durante la gala bailó y aplaudió con ganas a la artista.
Rosario presentó un espectáculo con su banda de siempre, dos voces a los coros y dos bailaores que también tocaron la caja flamenca. Un escenario con una gran pantalla que sirvió en algunos temas donde aparecieron miembros de la familia Flores a los que hizo alusión en sus temas. Luces y buen sonido, pero lo más importante del escenario era la propia cantante que con su fuerza natural y su inagotable energía contagió al público. Comenzó con temas de su primera época como Mi gato, y el trabalenguas que su madre hizo muy popular, el Como me la maravillaría yo, y luego fue con los que la han hecho grande durante su trayectoria, todos muy conocidos. Intercaló temas de rumba catalana que compuso su padre y que interpretó su madre.
Rosario, a sus 63 años, bailó y se movió en el escenario como si tuviera veinte años, infatigable y con sus movimientos que tanto la caracterizan encandiló a un público de todas las edades.
Las cantantes que le hicieron los coros también tuvieron sus momentos en solitario, al igual que los bailaores que taconearon en un par de ocasiones, sumando siempre al espectáculo.
Con el No dudaría de su hermano Antonio, al que siempre estuvo muy pegada, acabó Rosario el concierto al filo de la medianoche.