Cabra

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La lluvia no impide la presencia de la Virgen de la Sierra con su pueblo

Con la entrada de la milagrosa Imagen, pasadas las doce de la noche en la parroquia de la Asunción y Ángeles, se daba por terminadas las fiestas en su honor que durante estos días hemos celebrado en Cabra.

El día grande de nuestra ciudad comenzada la noche del viernes 7 cuando, a las 23’50 horas desde la Plaza Vieja y acompañados por la agrupación musical Virgen de las Angustias y repique de campanas, cientos de personas subían la calle Mayor hasta la parroquia, allí se abrían las puertas y en un pequeño y emotivo acto se hizo la Salutación a la Santísima Virgen. La celestial viajera se pudo contemplar en el altar, vestida y engalanada, preparada para su festividad. Ante Ella el consiliario y párroco de la Asunción le dedicó una oración concluyendo con las coplas y los vivas. La parroquia permaneció abierta hasta altas horas de la madrugada.

El día 8 comenzaba nublado pero intenso en devoción y amor hacia la patrona de Cabra. A las 10’30 se celebraba la solemne función concelebrada y presidida por D. Francisco Ramírez Chamizo, párroco de San Francisco y San Rodrigo hasta el pasado día 31, relevado por D. Manuel Rodríguez Adame que tomaba posesión de la misma. A las 12 la tradicional Misa de la Bandera a cargo de D. José Antonio Jiménez Cabello.

La fuerte lluvia se hizo protagonista en la tarde, pero aún así, pasados unos minutos de las 8’30, la Santísima Virgen de la Sierra salía para encontrarse con sus hijos y devotos, no solo de Cabra, sino de la comarca y de toda la provincia. El cortejo lo abría la Agrupación Musical Virgen de las Angustias, Bandera, Cofradías, Romerías, devotos, presidiendo la Junta de Gobierno de la Archicofradía ante la imagen y, tras la misma, los tres párrocos, D. José Antonio Jiménez, D. Manuel Rodríguez y D. Francisco José Delgado Alonso, nuevo párroco de la parroquia de los Remedios.

Como es tradicional también a su paso por el Centro Filarmónico Egabrenses el coro de la entidad entonaba Amorosa Madre y las Coplas y, en la Plaza de España, La Salve a cargo de Dña. Trinidad Valverde, acompañada al piano por D. Miguel Ángel Molina Carrillo.

Ya en Plaza Vieja y tras la colección de fuegos de artificio, la Virgen se giraba hacia su pueblo y subía de nuevo la calle Mayor entre cientos de personas que seguían acompañando y vitoreando a su Madre, la Virgen de la Sierra, la patrona de todos los egabrenses y de toda la subbética.