Cabra

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La historiadora Lourdes Pérez Moral ilustró con una magnífica conferencia en la iglesia del Cerro

CULTURA. Dentro de las actividades que está llevando a cabo la Archicofradía de la Virgen de la Sierra, se encontraba la conferencia que llevó a cabo la egabrense Lourdes Pérez Moral, conocida historiadora que bajo el título “Devoción, arte y popularidad” deleitó a un numerosísimo público que abarrotaba la iglesia San Juan Bautista del Cerro.

Con mucha expectación se esperaban las palabras de la conferenciante, puesto que el tema podía romper esquemas muy enraizados en la sociedad religiosa de Cabra. Y no defraudó lo más mínimo, al final de la misma el hermano mayor de la Archicofradía declaró que daba la sensación de que todos los presentes se habían quedado con ganas de saber más, ya que él mismo había aprendido muchas cosas que desconocía relacionadas con la Virgen de la Sierra.

Apoyada en una pantalla, donde se iban proyectando imágenes relacionadas con el texto, Lourdes iba desgranando con maestría, sosiego y contundencia unas palabras que comenzaron hablando de la devoción del pueblo a la Virgen de la Sierra y, tirando de historia, de la devoción cristiana a María. La pieza arqueológica que desde el siglo XVI se encuentra en la iglesia del Cerro, tiene una inscripción que confirma la existencia en la diócesis de Cabra de un edificio dedicado a la Madre de Dios por el obispo Bacauda en el siglo VII, lo cual demuestra su enorme valor e importancia, manifestaba Lourdes.

Prosiguió relatando que la invasión musulmana en el siglo VIII motivó que durante ese periodo no se conozcan datos de la devoción cristiana hasta el martirio de San Rodrigo, y fue el momento del comienzo de una leyenda que se escribió muy posteriormente, en el siglo XVII. En ella se narraba la ocultación de una Santa Imagen en una cueva de la Sierra, y que en la reconquista de Cabra en 1237 se encontró.

Consagrada a Santa María la antigua mezquita bajo la advocación de la Asunción y Ángeles, se pretendió llevar allí la Imagen encontrada, como también se intentó hacerlo en la Viñuela, pero al final fue el picacho de la Sierra el elegido por coincidir con el sitio donde se ocultó, y fue este el motivo de que su advocación fuera Virgen de la Sierra.

Surgieron las incógnitas sobre quién era la actual patrona de Cabra o quién y cuándo se talló. Se descarta que fuera San Lucas, el evangelista, tras la restauración del setenta y ocho. Sobre la datación se estima entre 1340 y 1350, así lo refiere Lourdes con datos fehacientes que no corresponden con la leyenda.

La historiadora habló del deterioro que ha sufrido la imagen y de los orígenes de la iglesia del Cerro, dejando abierta la necesidad de una restauración para parte del edificio. Y subrayó que es en él donde se estableció la cofradía de la Vera Cruz en el siglo XVI, la más antigua de Cabra, y se incorporó la Virgen de los Remedios en sustitución de la Virgen de la Sierra cuando se construyó el santuario en el picacho y se creó su cofradía. Y no está demostrado que hubiera doble patronazgo de Cabra por parte de las dos Imágenes.

Se constata que antes del 1560 pudo ya estar constituida la cofradía de la Virgen de la Sierra y su primitivo santuario, que era mucho más pequeño que el actual, pero considerado por entonces grande como ermita.

Y hablando de la admiración que ella profesa a la devoción, de hombres y mujeres durante tantos siglos, por la venerada y bendita imagen de María Santísima de la Sierra, cerró su conferencia que produjo un largo aplauso general.

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