CABRA.   

Broche de oro a la XXIII Escuela de Verano con la Clausura que muchos de los dos centenares de inscritos han podido vivir en la Ciudad Deportiva María Dolores Jiménez Guardeño. Unas 25 personas han coordinado una mañana de juegos para los más jóvenes, contándose con los 13 monitores contratados, técnicos del Patronato de Bienestar Social y del Patronato Municipal de Deportes y casi una decena de voluntarios. Los chavales, entregados, se han dividido por grupos de edad pasando por distintos talleres. Los niños de infantil han podido disfrutar de un taller de psicomotricidad, defensa personal, pintacaras, baile regional, karaoke, artesanía de pulseras y la comba. Para los de primaria, los coordinadores habían preparado un taller de defensa personal, baloncesto, hockey, quema, 3x3, preguntas culturales y también baile. Cada 12 minutos una bocina llamaba a cambiar de actividad.

En un momento de la jornada, se han acercado para clausurar la Escuela de Verano el alcalde de la ciudad, Fernando Priego, la delegada de Infancia y Familia Carmen Montes y el delegado de Políticas Sociales José Luis Osuna. El máximo dirigente egabrense ha expresado el rotundo éxito de esta edición 2013, no sólo por el fomento de valores y el conocimiento de las raíces (este año la Escuela estaba enfocada a saber más sobre la Artesanía comarcal), sino porque se trata de una actividad que ha dado trabajo a los propios monitores y ha facilitado la conciliación familiar de los padres.

Por su parte Montes, muy satisfecha por el trabajo, ya ha expresado que el próximo verano se repetirá la Escuela y ha invitado a toda la ciudadanía a que visite la exposición de trabajos de los distintos talleres en la Capilla del Antiguo Asilo hasta el próximo sábado en horario de 8 de la tarde a 10 de la noche “ya que les sorprenderán por la creatividad de los niños”.

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