PUENTE GENIL.   

El Centro de Visitantes de la Villa Romana de Fuente Álamo centró en la tarde de ayer la primera de las presentaciones turísticas promocionales que Puente Genil realiza en la Feria Internacional de Turismo que se celebra en Madrid del 20 al 26 de enero, acto que contó con la presencia del alcalde, Esteban  Morales, a quien acompañaban el secretario general para Turismo de la Junta de Andalucía, Vicente Granados y el presidente de la Asociación de Ciudades de la Ruta Bética Romana, Juan Ávila.

En la presentación se puso de manifiesto la importancia del Centro para la puesta en valor del yacimiento arqueológico al proporcionar al visitante recursos visuales, auditivos y sensoriales que permitirán la realización de un recorrido integral por el mismo, aumentando así la calidad de la información proporcionada de uno de los referentes turísticos de primer orden en el escenario arqueológico de nuestro país.

Asimismo, se apuntó en el acto que el Centro, aparte de proporcionar una interpretación u orientación inicial al visitante, está diseñado “para estimular su recorrido por el lugar, presentando una síntesis de sus valores y brindando una información de profundidad y amplitud a toda la visita”, contando además con paneles táctiles informativos y audiovisuales, así como señalización e información y mobiliario en el vestíbulo, patio, recepción y mirador. Esta dotación, presupuestada en 170.000 euros, ha sido posible gracias a las subvenciones de la Ruta Bética Romana y del Grupo de Desarrollo Rural.

Para el alcalde, el Centro de Visitantes dará un importante impulso al yacimiento arqueológico de Fuente Álamo, “una de las mejores villas romanas de toda España” gracias al trabajo de continuidad que se viene realizando en la misma y que la convierte en “una gran infraestructura turística digna de visitar”.

El edificio del Centro de Visitantes de Fuente Álamo está dividido en dos unidades fundamentales, una destinada a trabajos de investigación y otra destinada a exposición. La primera de estas unidades, más privada, contiene los talleres de restauración, vestuarios y aseos de personal, almacén, instalaciones y un pequeño taller didáctico con el fin de divulgar los distintos sistemas de restauración, así como las técnicas empleadas por los romanos. La parte más pública del edificio incorpora la recepción-tienda, cafetería, la zona administrativa, los aseos públicos y la sala de exposiciones permanente.