ARQUEOLOGÍA. La delegada de Cultura de la Diputación de Córdoba, Marisa Ruz, ha visitado el entorno de Ategua para comprobar las mejoras en la Fuente de Teba, tras los trabajos dirigidos a su limpieza y a la recuperación de su uso social y recreativo.

Se trata del seguimiento del convenio de colaboración que firmaron, con este fin, la institución provincial y la Asociación Cultural Amigos de Ategua el pasado mes de diciembre. Por eso, también han participado en la visita el presidente de dicha asociación, Antonio Osuna, el catedrático de Arqueología y coordinador del Aula de Patrimonio Histórico de la Universidad de Córdoba, José Clemente Martín de la Cruz, y la representante del Ayuntamiento de Córdoba en Santa Cruz, Dolores Ventura, que han informado a la diputada provincial de Cultura sobre el desarrollo de la intervención en estos últimos tres meses.

En este sentido, hay que recordar que el catálogo de Manantiales y Fuentes de Andalucía advierte del estado de conservación ‘deficiente’ de la Fuente de Teba y su riesgo ante ‘amenazas’ e ‘impactos’. Por eso, ante la situación de la fuente, ha manifestado Marisa Ruz, “era imposible no asumir la responsabilidad de llevar a cabo estos trabajos que van a suponer la recuperación no sólo del caño y el abrevadero, sino de su entorno para el que pretendemos facilitar un uso social”.

De hecho, ahora se ha culminado la fase de limpieza manual de vegetación y raíces así como la de reposición de empedrado en todo el entorno del pilar-abrevadero, que estaba desaparecido y cuya función es evitar encharcamientos y facilitar el acceso al agua. A continuación, se acometerán las labores dirigidas a favorecer un uso social del entorno, como la colocación de vegetación para sombra, bancos de piedra natural y señalética con alusión a la historia y usos tradicionales de la fuente-abrevadero.

La Fuente de Teba, que colinda con el yacimiento arqueológico de Ategua, ya aparece mencionada en documentos históricos del siglo XIII, según los cuales las aguas de esa fuente sirvieron, desde época antigua y medieval, para el mantenimiento de la población de Teba, así como para el abastecimiento del ganado y, más recientemente, para labores agrícolas.