PUENTE GENIL. En la mañana del sábado tenía lugar en la nueva urbanización de la aldea de El Palomar la rotulación de una calle con el nombre de Antonio Quintero “Rapeta”, acto que contó con la asistencia de miembros de la Corporación municipal y familiares, así como numerosos amigos y vecinos de la citada aldea promotores de una iniciativa que fue aprobaba por el Ayuntamiento de Puente Genil en la sesión plenaria del pasado mes de mayo.
Dolores, la viuda de Antonio Quintero, junto a su familia y el alcalde, Esteban Morales, procedieron a descubrir la placa que da nombre a la calle, dándose posteriormente lectura al acuerdo plenario cuyos vecinos firmantes resaltaban los valores del homenajeado, “un vecino ejemplar de la aldea que, por su comportamiento desinteresado y dispuesto siempre para todo lo que los vecinos lo hemos requerido, y dado que nuestra gratitud permanece en la memoria de todos los que disfrutamos de su generosidad, creemos que es de justicia rotular con el nombre de Antonio Quintero Rapeta una de las calles de la aldea en su memoria”.
En representación de la familia, Ana, la nieta del homenajeado, se dirigió a los presentes recordando vivencias que su abuelo había compartido con muchos de los allí presentes, anécdotas que aún les estaba llegado “señal -dijo- que aún vive entre nosotros”, reconociendo sus valores como esposo, padre y amigo “no importándole ni la clase social o el dinero de estos”, agradeciendo la asistencia al acto a las personas que aún le seguían teniendo en su memoria.
Por su parte, el alcalde felicitó a familiares, amigos y a los vecinos que impulsaron esta nueva designación “para que hoy –dijo- podamos dedicar una calle a un hombre del que nos sentimos orgullosos, porque todos los que aquí estáis habéis sido partícipes de su forma de ser, de su capacidad de darse a los demás, de sacrificarse y tener una vocación de entrega; un hombre humilde, en definitiva”. “Hoy se hace justica –terminó diciendo el alcalde- con una persona que ha dejado en todos los que les conocieron un recuerdo imborrable porque era una buena persona, sencilla, del pueblo, y al que sus vecinos han querido que una de sus calles lleve su nombre”.
