Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Seremos hipócritas y cobardes…

Miguel Villa Luque

“Tiene las pelotas de corbata”. Puede parecer grosera la expresión, pero estoy convencido de que es la manera más adecuada y gráfica de expresar la pantomima de demócrata que ha hecho el rey de Marruecos Mohamed VI, con su aparición ante los medios de comunicación, en ese majestuoso sillón de dictador. “

Si, muerto de miedo es, aunque aparentara otra cosa, como hemos tenido la oportunidad de ver, al que con toda seguridad será, estoy convencido de ello, el último rey de Marruecos al cleptócrata Mohamed VI, el “sobrino” de Juan Carlos I de España.

Vista la revolución por el hambre y las ansias de libertad que está viviendo el mundo árabe y las consecuencias que están teniendo, el corrupto mandatario se ha aplicado el viejo dicho de “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”.

Es aquí donde radica la aparente voluntad política de hacer cambios en la estructura del régimen monárquico dictatorial alauita. No es que haya tenido un sueño de libertad para su pueblo o que haya hecho una profunda reflexión y concluido que el pueblo se merece lo que nadie puede arrebatarle, su libertad y sus bienes. No, es que está acojonado.

La monarquía Alauita posee el dudoso honor de ser una de las monarquías más corruptas de la tierra. Se calcula que su riqueza puede rondar los 100.000 millones de dólares. Una gran  parte de la población de Marruecos está hambrienta y carece de futuro. Este viejo pueblo se encuentra entre los más subdesarrollados del planeta en índices de desarrollo humano, según los informes del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo). Y sin embargo, la Unión Europea, España y los EEUU, mantienen relaciones preferentes económicas y de amistad.

Este es el panorama del vecino del sur, al que nuestro gobierno y los líderes de la Unión Europea tantos paños calientes ponen. Un déspota dictador, jefe de una monarquía corrupta donde las haya, cuyo único mérito de momento es ser aliado del amigo americano, lógicamente por su situación geoestratégica. Otro ejemplo de la hipocresía de occidente.

El y el otro gran dictador africano amigo de España, Europa y como no del jefe Obama, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, el cleptócrata  guineano, que se vayan preparando, serán los próximo dictadores a los que los hipócritas gobernantes occidentales le retiraran la palabra cuando sus pueblos les echen del poder. Antes no, claro. ¡serán hipócritas y cobardes…!

 

Miguel Villa Luque

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