/primer concepto/
Con estos versos de la lucentina Beatriz Ruiz Granados nos queda claro que somos tiempo. La vida puede terminar, pero el tiempo es inexorable: en efecto, han pasado diez años desde que Brújula del insomnio, su primer y único poemario, apareció. La trayectoria poética de Beatriz Ruiz Granados comenzó en A-cero, la revista juvenil que dio voz a varios jóvenes lucentinos a finales de los noventa, y continuó en Saigón, otra revista que, ya en los primeros compases del nuevo milenio, y de la vida de esta publicación, también acogió la voz de la juventud del sur de Córdoba. Entre una y otra, sus versos, además, aparecieron en un número de Angélica, una de las más prestigiosas revistas literarias andaluzas que surgió, precisamente, en Lucena; como en este poema:
/13:58/
No nos extrañará que el tiempo y el universo sean los motivos estéticos y temáticos del libro, pues es astrofísica; lo era en 2010, cuando vio la luz Brújula del insomnio, y ahora sigue en ello. Probablemente, por esto, la poeta construyó metáforas delicadas, bellas y extensivas.
/elemento constitutivo/
Del contenido, destacan las «Versotilidades», ingeniosas y directas ráfagas de lirismo y metáfora, como /primer concepto/ o /13:58/, citados anteriormente, verdadera aportación original para la poesía; y los «poevas», la última sección del libro, de mayor decisión y construcción, donde el tema del amor se hace patente.
/décimo cuarto/
El universo, el tiempo… Estamos hechos de estrellas, somos un punto del tiempo. Hace aproximadamente un año me encontré con ella en El Coso y me dijo que aún seguía escribiendo. Ojalá podamos leer los poemas que haya creado durante los últimos diez años, el punto en que nos llegó Brújula del insomnio. Mientras tanto, sigamos las instrucciones que nos dejó para cazar mariposas:
Renuncie a la certidumbre. Recoja hojas secas y muérdalas una a una (así sabe el otoño). Dé un paseo por la noche, las mariposas se le quedarán pegadas a esos agujeros que deja la vida en la piel. Deambule ahora en silencio, ya ha recuperado el tiempo que creyó perdido.