Juan Luis Valenzuela

Todos aquellos socialistas que superan los 50 y llegaron al PSOE por convicción clara y mucho antes del aluvión de militantes pos 82 al olor de la victoria, recuerdan como ganó Mario Soares las elecciones portuguesas de 1991. Fue una reacción del pueblo luso ante unas encuestas que le abrían un paso claro a la derecha. En aquellos momentos se dijo “votaré socialista con los dedos tapándome la nariz”. Y así lo hicieron.

Ese ejemplo metafórico no se da en Cabra. Ni mucho menos entre los socialistas. Ningún partido da motivos para ello pero sin llegar a ese extremo, puede ser cierto que un sector del electorado egabrense, en especial en la izquierda, se acerque a las urnas y repita su voto con escasa ilusión, pero vote izquierda.

Frente a una gestión positiva (PSOE+IU), pero que no apasiona porque han sido incapaces de transmitirlo enfrascados en el papeleo, los documentos Excels, el internet para periodistas y en la práctica del autismo partidista (en  el PSOE) agravada en parte por el hieratismo político de quienes  lo representan y el miedo a abrirse a la sociedad -no vaya a ser que me quiten-, la derecha egabrense pura (PP) más los restos del  naufragio pseudo nacionalista (PA), aportan menos razones aún para apoyar su opción en las urnas.

A pesar de que mi buen amigo, mejor persona  y más preparado de los representantes que el PP egabrense ha tenido, Enrique Bellido, me haya recriminado las críticas que formulé al candidato popular, Fernando Priego, por lo que yo creo que es su debilidad manifiesta, su bisoñez para ser alcalde, insisto en el razonamiento. En el PP, la “derecha mayor y adulta”, sus votantes “serios” y conservadores de toda la vida no ven a los representantes de su formación como una opción que los represente.

Por el otro sector generacional del electorado, el más joven, tampoco atrae a quien no tiene entre su hábitat diario el entorno en el que se integra y comulga el flamante candidato y sus adlátares. Así que a riesgo de equivocarme, me mantengo en mi tesis explicitada en este mismo medio hace meses de que el PP egabrense aunque subirá en votos y ediles, no lo hará de manera ni arrolladora ni tan siquiera para ser la primera fuerza  política.

Sigo manteniendo que el problema de la derecha local es que ha pasado en su evolución de los Archaeopteryx  a los perdigones sin pasar por las gaviotas. Y eso, que para mí es digno de encomio, para su electorado reacio a las revoluciones, es un paso de vértigo. Del Jurásico al siglo del Ipad de Appel sin transición es un salto de vértigo, piensan algunos recordando el bluff que supuso Hernández Mancha. Como diría Luis Aguilé –facha entre los fachas-, “por eso y por muchas cosas más”… el Partido Popular, al menos en Cabra, sigue sin ser una alternativa de gobierno.

Juan Luis Valenzuela es Coordinador de El Plural en Andalucía y Director de UNA Málaga Televisión

En próximas entregas: 

¿Por qué IU mantendrá el tipo aun bajando?¿Por qué el andalucismo seguirá cotizando en bolsa y naufragará sin ahogarse?¿Por qué Loli Villatoro seguirá siendo alcaldesa con la que está cayendo?