Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Mu liao

   Ahora ando un tanto liao, amigo parnasiano. Estoy enfrascao en una exposición de fotografías, hechas a mi manera, que me están volviendo medio tarumba, y es por eso que apenas te regalo unas líneas en ese pedazo de digital que manejas. Bueno, no creo que tenga tampoco demasiada importancia. Ahí escriben verdaderos “monstruos” de la palabra y, estoy seguro, de que a un servidor no se le echará demasiado en falta.

   También le quiero dedicar todo el tiempo del mundo a la ciudad que me acogió hace ya 36 años y a la que creo que le debo algunas respuestas que nunca le di. Así que aquí me tienes, “más liao que un palangre”, que se dice en mi tierra de origen. Pero la vida consiste en eso, en liarse, ¿no? Que si no, no tendría su gracia. Porque hay que ver las cosas que nos están pasando a los “humanos” desde que un minúsculo organismo se diera a la fuga, allá en Wuhan.

    Y no te voy a decir ni mu sobre el tirano que rige el destino de Marruecos… Vamos a dejarlo estar, que bastante tengo yo con lo que respiro a diario por las calles de mi barrio. Que te podría cantar eso de: “Me sabe a humo, me sabe a humo, el cigarrito que yo me fumo”. (Te recuerdo, en este punto, que lo de la integración social siempre fue un auténtico bluf, una humareda en toda regla, vaya. A ver: ¿con cuántos chinos, negros, musulmanes, latinos o rumanos te tomas tú un cafelito con una tostá de manteca colorá o una cañita de cerveza bien tirá con su tapita de chochos?)

   Pues te dejo, amigo parnasiano. A lo largo de este verano tendrás noticias mías. Espero que buenas, naturalmente. Después de los dos chutes tan explosivos que la sanidad pública española ha tenido a bien colocarme, me encuentro como una Harley-Davidson. No veas la agilidad física y mental que tengo y la cantidad de proyectos que me rondan a todas horas por la cabeza. Un escándalo… Vale, me largo a mi escritorio de caoba. Hasta otra, que estoy como un ovillo: mu liao.