Francisco García Montoya
El 14 de julio en el diario ABC apareció publicado un artículo firmado por J. J. Madueño en el que se reseñaba una conferencia del don Fernando López Segura, médico especialista en nutrición. La conferencia versaba sobre el aceite de oliva virgen y el riesgo cardiovascular.
Días después, el señor Moreno Juliá escribió una carta al director de ese periódico porque le había llamado la atención el titular que encabezaba el artículo. A mi también me llamó la atención dicho titular que era el siguiente: “Un médico advierte de que el aceite de oliva engorda”.
Claro que el aceite de oliva engorda, y el jamón serrano y el salmón y el morcón y la cerveza y el pan y etc. Todo engorda si se toma en mayor cantidad de la debida. El caso es que si se lee el artículo en cuestión parece ser, yo no asistí a la conferencia, que el médico se deshizo en elogios hacia el aceite de oliva virgen y sus virtudes terapéuticas. Sin embargo, el autor del artículo ha sido capaz de elegir el peor de los titulares, el más negativo, el que más daña la imagen de un producto que es la base de la economía de muchos de los pueblos de nuestra provincia y del resto de Andalucía.
El que escribe, que cría olivos y fabrica con sus frutos aceite de oliva virgen, se siente herido por ese titular porque el señor Madueño debe saber que a los olivareros y almazareros nos ha costado mucho tiempo, dinero y esfuerzo hacer valer las cualidades hoy reconocidas del producto que elaboramos. En esta época en la que las personas cuidamos tanto nuestra imagen resulta que viene el autor del artículo a decirnos que el aceite de oliva engorda. El médico lo que dijo fue que “es una grasa y no se puede abusar de ella. Puede ser perjudicial y engorda, como todas las grasas”, dijo que todo engorda y es perjudicial si se abusa con lo que demostró que era un médico prudente y sabio.
Hace unos días he vuelto de la tierra de mi mujer, Cantabria, y ambos hemos traído algunos recuerdos para regalar a nuestros amigos, por cierto que los souvenir de Cantabria son diferentes a los de otros lugares porque éstos se comen todos: queso de Tresviso, sobaos, orujo de Potes y anchoas del Cantábrico. Todos engordan si se comen en demasía. Sin embargo, a ningún paisano de mi mujer y menos a un periodista cantabro se le ocurriría comentar que sus productos típicos engordan, muy al contrario los mejores sobaos, el mejor queso, el mejor orujo y las mejores anchoas son las de Cantabria, para un cántabro los productos de su tierra no es que sean buenos es que sin duda son los mejores y así lo dicen donde haya que decirlo. Pues bien, nosotros en Andalucía tenemos, sin duda, el mejor aceite virgen del mundo y viene el autor del artículo a decirnos que engorda. Que sepa el periodista que si esto fuera Cantabria lo hubieran corrido a gorrazos.
Disiento del análisis del señor Moreno Juliá, el médico no dijo nada negativo sobre el aceite de oliva. El mencionado artículo es sólo un ejemplo de torpeza periodística, digno de figurar en un libro, torpeza que no ayuda en absoluto a un colectivo muy importante en nuestra región, que da muchos puestos de trabajo y que en la actualidad pasa por muy malos momentos. Le voy a dar al señor Madueño tres posibles titulares alternativos extraídos de su artículo. Primero: De todas las grasas existentes la mejor es el aceite de oliva virgen; segundo: Un médico informa de que el aceite de oliva virgen es uno de los mejores medicamentos de la actualidad; tercero: La mejor grasa que podemos tomar es el aceite de oliva virgen.
Francisco García Montoya es Dr. en Botánica
Añadir nuevo comentario