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"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

La mujer en la Biblia (y II)

En el cap. 25 de Eclesiástico en unos párrafos nos ponen como lo peor de lo peor “más vale vivir con leones y dragones” “la maldad más mala”, falsa, malvada, adúltera, borracha …….. y en otros todo dulzura: hermosa, prudente, discreta, modesta…… todo ello en torno al hombre, lo enaltece o le hunde, como en la actualidad.

El Eclesiástico pertenece a los llamados de sabiduría o sapienciales y forman parte, digamos, de la cultura de Mesopotamia y Egipto, tienen variantes, pero el fondo prácticamente es el mismo.  Ello se debe a que los sabios de la época componían una clase educada que vivía de la venta de sus servicios a los mandatarios del momento, no disponían de instrumentos como los campesinos, ni de poder como los reyes, solo tenían su conocimiento y lo hacían valer, leer, escribir e incluso algunos traducían lenguas o dialectos, por lo tanto no se podían poner en contra del poder político. Ello explica la naturaleza conservadora de la sabiduría.

Aunque algunos textos sapienciales son de autor y época desconocidos, el Eclesiástico es atribuido a Jesús, hijo de Eleazar, hijo de Sirá, rabino de Jerusalén, fechado más o menos por el 180 a.C. Esto implica algunas cosas: se está poniendo las bases del judaísmo, por  otro lado se ha consumado ya el proceso de  exclusión  social de la mujer y nacido la conocida misoginia de los judíos y primeros cristianos (los rabinos hebreos daban gracias a Dios por no haber nacido de mujer). Existía una situación general de pasividad,  conformidad  y derrota de la mujer.  Hay muchas contraposiciones mujer buena, mujer mala, pero mientras que de la primera se agrupan 10 versículos, de la segunda hay 23.

En la obra de Dios, la mujer juega un papel muy importante, no solo maternal sino también haciendo uso de su sabiduría e inteligencia como es el caso de Judit y Esther, sus historias son muy semejantes, hacen valer su belleza para encandilar al rey de turno y conseguir sus propósitos. Una decapita a Holofernes derrotando al ejército asirio. La segunda enamora al rey, derrota  a Amán y junto con Mardoqueo establecen unas normas de paz para el pueblo judío.

En diferentes épocas y circunstancias, es una constante a lo largo de la Biblia, a pesar de todas las condiciones de desigualdad,  la mujer en momentos decisivos asume un papel muy importante de compromiso público con el pueblo y con la historia. A través de ese rol genera liberación y vida para ella y para la colectividad. Ejemplo tenemos a Débora (Jueces, cap.4), ejercía su función de profetiza bajo la palmera, de ahí el nombre, incita a la guerra y acepta ser un respaldo moral de Barac , pero le hace ver que la gloria será de ella. En casi todas las ocasiones que aparece una mujer como protagonista, aparecen otras como ayudantes para conseguir el objetivo, aunque estas llamemos secundonas, lleguen casi al anonimato, en este caso es Yael la que da muerte a Sísara, enemigo del pueblo de Dios.

Débora demuestra una conciencia clara de lo que el pueblo le debe a Yavhé. Afirma sin vacilación el poder del Señor y le asigna la victoria. Hace referencia clara al Dios liberador y a la participación femenina en conseguir su propósito.

Si hablamos de la lucha de la mujer por lograr que se reconozcan sus derechos tenemos a las hijas de Zelofehad, ya en época de Moisés se enfrentaron para que se hiciera justicia y conseguir algo que les pertenecía, como era la herencia de su padre. Es la historia de Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. La ley de herencia de aquel tiempo decía que el hombre que muriera sin haber tenido hijos varones, sería quitado de la familia de Israel, lo que dejaba a las mujeres sin ese derecho.  Se presentaron  al campamento del tabernáculo y hablaron con Moisés de esta situación, y el mismo Dios le dio a Moisés    que la reclamación era válida (Número 27:2-11)

Hasta en las rameras Dios destaca la figura de la mujer, como es el caso de Rahad, la ramera de Jericó, no solamente temía a Dios sino que pensaba que era el Dios del cielo y de la tierra. Ella puso en peligro su vida, cuando el rey de Jericó envió emisarios para sacar a los hombres que habían entrado allí, al esconderlos en el tejado, porque confiaba en la promesa de los dos judíos,  salvándolos de una muerte segura (Josué 2:1-11)

Si hablamos de amistad tenemos los casos de Rut con su suegra Noemí, que aun perteneciendo a pueblos diferentes, una vez  viuda, se une a ella para no dejarla sola ya anciana.

Judit y su criada también forman una especie de camaradería bien llevada.

En el cap. 1 del Éxodo, las comadronas Sifra y Fúa son un ejemplo de valor, de verdadero temor a Dios, enfrentándose a las leyes del Faraón (Génesis 1:15-22) y dando oportunidad a las madres de Israel para que,  actuando con solidaridad entre ellas, se convirtieran en portadoras y defensoras de la vida.  Su valor salvó de una muerte segura al que más tarde sería el libertador del pueblo hebreo en manos de los egipcios, Moisés.

Referente al amor ya hemos dicho que el mundo judío es un mundo de hombres en el que la mujer está excluida y sometida a él, pero a pesar de ello, el mundo bíblico está lleno de parejas que recorren juntas  el camino de Dios  y apoyándose mutuamente  buscan o alcanzan su liberación.  Muchas veces también en la Biblia (profetas, salmos, Pablo…) se utiliza metafóricamente las riquezas y posibilidades del amor humano para referirse a la relación entre Dios y el Hombre.

En el punto del amor humano parece ser que la iglesia ha preferido silenciar o pasar de puntilla sobre el encuentro real y cotidiano entre el hombre y la mujer que se buscan y se encuentran.  Su posición moralista ha pretendido ignorar el goce del amor y ha condenado a la mujer como el paso a ese goce.  Sin embargo, en la revelación bíblica encontramos en el libro de Tobías como Sara es liberada del demonio que azotaba su cuerpo, por el camino del amor, y Tobías –esposo, se convierte en el liberador de su amada-. 

Jesús refiriéndose a Mª Magdalena dice “se le ha perdonado mucho porque ha amado mucho”. No podemos comprender el mensaje evangélico de Dios es amor, si desconocemos la base material primera de esa afirmación.

Elsa Tamez, denuncia la lectura censurada que se ha hecho en la tradición cristiana del texto El Cantar de los Cantares, ignorando la realidad de dos amantes que se desean, se buscan y se encuentran.  En los cap. Del 1 al 8 , se dicen lindezas de todo tipo “dientes como ovejas recién salidas del baño”……  el amor hace que todo sea bello, los amantes miran al mundo con ojos nuevos, la noche ,el huerto, la alcoba etc., amor y vida terminan por identificarse, llegando a ser algo indestructible, comparable solamente a la muerte, superior por supuesto al dinero y a otros valores, convirtiéndose en fuerza liberadora para la pareja humana y por tanto para la mujer.

Si comparamos todos los escritos bíblicos con la actualidad podemos observar que están prácticamente al día, nada resulta nuevo, está puesto negro sobre blanco desde el origen de la humanidad.

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