PROVINCIA.       
Se ha intervenido un rifle y un ciervo despiezado.

La actuación de la Guardia Civil tuvo lugar como consecuencia de los servicios que se vienen desarrollando en la provincia de Córdoba para luchar contra los episodios de furtivismo que en esta época del año, registran un repunte en acotados que cuentan con mayores poblaciones de cérvidos, servicios de vigilancia específica que se ejecutan como desarrollo de la “Operación Sierra”.

Desde hace un par de años la Guardia Civil sabía que algunos furtivos estaban aprovechado los embalses y cauces fluviales para llegar a las zonas de complejo acceso por caminos y pistas donde practicaban la caza de venados y ciervos, para lo cual empleaban pequeñas embarcaciones, siendo los embalses del Bembezar, La Breña, Guadalmellato y del Yeguas, por lo que se venían estableciendo servicios para verificar estas informaciones.

El servicio en concreto se desarrolló sobre las 11:00 horas del pasado día el 24 de octubre en una finca de caza mayor ubicada en el término municipal de Montoro, donde tras verificar la Guardia Civil varias informaciones recibidas en relación con la práctica de distintos episodios de furtivismo en las fincas de caza mayor, colindantes o muy próximas al embalse del “Yeguas”. Ante ello,  el SEPRONA de la Guardia Civil de Montoro, estableció un dispositivo de vigilancia y control en las pistas y caminos que permiten acceder a las fincas y sus proximidades, orientado a la localización de personas, vehículos y embarcaciones que transitaran por los caminos y pistas que acceden al el embalse y sus inmediaciones.

Fruto del dispositivo establecido, la Guardia Civil detectó una embarcación de color oscuro que les resulto sospechosa y, concretamente pudo saber que uno de los tripulantes de la embarcación de recreo que navegaba por el embalse, concretamente una de color oscuro, tras desembarcar y amarrar la barca, se había adentrado en un acotado de caza mayor. Esta actitud hizo a los Guardias Civiles sospechar que pudiera estar dedicándose al ejercicio de la caza sin autorización, por lo que decidieron aproximarse al lugar donde había desembarcado y por donde se habían adentrado en el coto el sospechoso.

Cuando los Guardias Civiles se aproximaban al lugar, escucharon de forma clara un disparo de arma de fuego, procedente del  paraje “Navalfernando”, ubicado en el acotado de caza mayor, conocido como “El Piruetanal”. Al sospechar los Guardias Civiles que el disparo pudieran haberlo efectuado el sospechoso, decidieron comunicar los hechos a los efectivos del Grupo de Actividades Subacuaticas (en adelante GEAS), que se encontraban en el embalse realizando prácticas propias de su especialidad, acordando inspeccionar las orillas del embalse, con el fin de localizar la embarcación ocupada por el sospechoso. Inspección que permitió localizar una embarcación de similares características a la utilizada por el sospechoso navegando, si bien los ocupantes de la barca al detectar la presencia de la embarcación de la Guardia Civil efectuaron una maniobra evasiva, siendo interceptada y dirigida hacia la orilla, para proceder a la identificación de sus ocupantes.

Tras identificar a sus ocupantes, que resultaron ser ambos vecinos de Córdoba, de 31 años de edad,  la Guardia Civil procedió a efectuar un registro superficial de la embarcación, localizando en su interior además de numeroso utensilios de pescar, un rifle con visor, un cuchillo de cocina y un morral, que tras ser inspeccionado contenía en su interior más de 60 kilogramos de carne de ciervo despiezado, que fueron intervenidos.

Ante estos hallazgos, los Guardias Civiles interesaron de los ocupantes de la embarcación, por la propiedad de la misma, manifestando uno de ellos, que era de su propiedad y que había sido él que había abatido la cierva para llevarse la carne. Ante ello, la Guardia Civil procedió a la imputación del mismo, como supuesto autor de un delito contra la flora y fauna silvestre y a la instrucción de las pertinentes diligencias judiciales.