• A partir del jueves los valores máximos experimentarán un descenso en la mayoría de las regiones que ahora se ven más afectadas
• Es probable que, sobre todo, en los sistemas montañosos de la mitad norte, se formen núcleos tormentosos algunas tardes

El mes de julio comenzó con unas temperaturas que en gran parte de España (la excepción era la cornisa cantábrica) estaban dentro de lo que podía considerarse normal, y en el transcurso de la semana fueron subiendo de forma que, en algunas comarcas de la cuenca del Ebro y en muchas del centro y de la mitad occidental de la Península, están padeciendo la primera ola de calor del verano.

El ambiente caluroso se va a mantener en los próximos días, aunque a partir del jueves los valores máximos experimentarán un descenso en la mayoría de las regiones que ahora se ven más afectadas, sin que con esto se de a entender que se va a pasar a una situación anómala como la que caracterizó a la atmósfera durante gran parte del mes de junio. El calor no será tan sofocante, de momento (porque habrá más olas), y es probable que, sobre todo, en los sistemas montañosos de la mitad norte, se formen núcleos tormentosos algunas tardes.

Esta es la primera ola de calor del verano. El año pasado por estas fechas no eran tan altas las temperaturas pero, anteriormente, en la tercera semana de junio, ya existían valores de rigurosa canícula. En el siguiente cuadro se pueden ver y comparar algunas de las máximas más altas que se han registrado en los pasados días 5, 6 y 7 y los que se registraron entre el 25 y el 27 de junio de 2012.