POLÍTICA. El grupo popular de Lucena es una isla dentro de la provincia de Córdoba y así ha quedado patente, para quien estuviera atento, en el mitin que el candidato autonómico andaluz del Partido Popular, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha ofrecido esta noche en la vecina localidad de Cabra. Los ediles María de la O Redondo, Julián Ranchal y Teresa Ruiz Canela, junto con el asesor municipal Pedro Arroyo, se sentaban al final de la primera mitad de las bancadas, con 200 personas delante de ellos y sin un lugar destacado en las primeras filas reservadas a pesos pesados de la política provincial popular.

La cita era importante, y más teniendo en cuenta que Lucena es el municipio de mayor tamaño de Córdoba tras la capital. Los alcaldes de Cabra y Córdoba, Fernando Priego y José Antonio Nieto respectivamente, abrían paso a Juan Manuel Moreno Bonilla que se deshacía en abrazos y apretones de manos con los militantes que se encontraban a su paso, no así con las sillas lucentinas. Solo el beso sincero entre Nieto y Ruiz Canela ofrecía un poco de compasión al grupo. Pero es que Teresa es como es, y se merece que la quieran por toda una vida de implicación y cordialidad con su partido.

Juan Manuel Moreno daba su apoyo (en la intervención menos lucida de la noche) al actual alcalde de Cabra, Fernando Priego, en un acto cargado de loas a la gestión del joven político y que los 400 asistentes han aplaudido con vehemencia. El secretario general del PP de Córdoba, Adolfo Molina, la parlamentaria y cabeza de lista en la provincia a las autonómicas, Rosario Alarcón, el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto y el propio Juan Manuel arropaban la candidatura de Priego haciendo mención a su andadura “en el desierto” hace ya 10 años, hasta este 2015, recordando que el PP era hace apenas 4 años tercera fuerza política en la ciudad y donde consiguieron dar un vuelco con un candidato que adolecía, en aquel momento para muchos, de experiencia.

Nieto, durante su intervención, aludía precisamente a aquella tesitura y ha recordado a los alcaldables congregados en el Molino Viejo que debían conjugar en sus listas para las municipales la juventud y la veteranía, tomando las decisiones necesarias para dar un paso al frente y otro atrás, como hizo en su momento Manuel Marín y Adolfo Molina en favor del “pequeño” (como así lo ha definido Alarcón) Fernando Priego. En Lucena podría, quizás, darse también esta circunstancia visto lo visto en la palestra.

Mientras discurrían los discursos, nuestros ediles se han mantenido atentos a todo lo dicho por las estrellas populares cordobesas. Suponemos que han tomado buena nota a los logros alcanzados por la ciudad de la que apenas les dista 9 kilómetros (saneamiento de las arcas municipales, apoyo a emprendedores, inversión en infraestructuras, acometimiento de obras emblemáticas con recursos propios, bajada de impuestos…). Una vez concluidas las disertaciones, el grupo se acercaba tímidamente a la palestra… tarde ya, ni la lona les esperaba.  Sólo les ha atendido breves instantes Adolfo Molina, su secretario general, que minutos antes del comienzo del acto declaraba a este medio que “aún no tenemos candidato definido para Lucena, estamos trabajando en ello, hasta abril hay tiempo”.

Pero quizá la atención de la noticia no estuviera correctamente enfocada. Quizá debía haber atendido a Jesús Gutiérrez, hermano del actual presidente del PP de Lucena, militante, trabajador de banca en Cabra y que sí que ha estado en todo momento situado en las primeras filas de este importante acto de campaña. ¿Y por qué aparece este nombre? Por fuentes directas del partido. Y, pensándolo bien, quizá no sea del todo malo, teniendo en cuenta que Gutiérrez (el de ahora), como candidato, aúna la veteranía y el abolengo del que no quiere desprenderse los populares lucentinos, pero conociendo las bondades de la gestión egabrense en su día a día. Por lo pronto, esta noche ha quedado demostrado que gran parte de los hilos del PP en Córdoba se manejan desde Cabra. Así lo han reiterado una y otra vez sus primeros espadas.