LUCENA.
ESPECTÁCULO con mayúsculas. Así podríamos catalogar Carnavaluc 2013. Más de 420 minutos de fiesta carnavalesca en pleno mes de julio, haciendo así un homenaje en horas a los aficionados al concurso meter del Falla, ese que retransmitía antaño Manolo Casal y que nos tenía embobados frente a la pantalla. Algo parecido ocurrió el pasado sábado en la Ciudad Deportiva a pesar del frío que comenzó a hacer acto de presencia con las primeras mantas sobre los regazos de los asistentes y de las dudas que asaltaban a algunos con el cambio de ubicación desde la Plaza de Toros. Pero, comencemos por el principio.
Aunque el espectáculo no se inició hasta las 10 de la noche, el grueso de público se acumuló en torno a las 8 de la tarde. Desbordados los voluntarios del evento y colaboradores de la Delegación de Cultura, fue quizá el único momento más "descontrolado" ya que los asistentes querían conseguir asiento lo más cerca posible del escenario para ver a las agrupaciones. Falsa alarma, la gente a partir de entonces llegó poco a poco, sin prisa pero sin pausa.
Muy organizado todo, la bienvenida se realizaba junto con la entrega de dos pulseras conmemorativas. Al bajar la pasarela para llegar al campo, ya podía sentirse el bullicio de la barra y los olores de la cocina veraniega gestionadas por la cofradía de El Encuentro que, sabedores de la ingente cantidad de personas que debían atender, se volcaron en sonrisas y atenciones para conseguir financiación destinada al arreglo de la Iglesia de las Filipensas. Los tiempos de espera fueron nulos y la comida muy bien servida, aunque hay que decir que hubo quizá mucha nevera y bocadillo envuelto que impidió hacer una caja más razonable. Ellos le pusieron todo el empeño con la ayuda además de miembros de la Asociación ANNES.
Ya en la pista, y después de leer la advertencia de no fumar ni entrar cristal en la zona de asientos (hubo personas de la organización que amablemente se ofrecían a recoger las botellas), el público fue ocupando principalmente la zona central, para poco a poco ir ubicándose en las dos hileras laterales del recinto. Según los datos ofrecidos desde la organización, en esa mañana se había llegado a la cifra de las 1.100 entradas vendidas, con un repunte a última hora de las taquillas de Rute y Montilla. Aún quedaban por conocerse la venta en la propia entrada, pero podía verse a los coordinadores contentos por el éxito y comprendiendo que unas entradas más o menos no iban a deslucir un éxito consolidado simplemente por la calidad del cartel.
Lo divertido comenzó con el desfile de "personalidades carnavalescas" (no así políticas, ya que ningún miembro del equipo de gobierno municipal pasó a saludar). Los de Kike Remolino bajaron del autobús e hicieron el mismo recorrido que cualquier persona que iba a escuchar y ver. Como en estos casos, al principio los que se encontraban en la zona de vestuarios o aseos (único lugar para fumar) miraban sorprendidos a los integrantes de las chirigotas o comparsas. Pero poco a poco, y más en los descansos, la zona se fue convirtiendo en una auténtica pasarela de la fama con cámara y teléfono en ristre, buscando la personalidad con la que fotografiarse. Muy buena idea fue la del "fotocol", lástima que en lugar de 4 metros no tuviera 25 porque no era suficiente fondo para tanta imagen.
Y ahora sí, hablemos del espectáculo. Manolo Casal subió al escenario retrasado por los cinco minutos de cortesía. Vendió su producto (que es Canal Sur) pero agradeció enormemente la acogida de Lucena calificando a Carnavaluc como el más importante Festival Carnavalesco de Córdoba. Calificó a los gaditanos que aman esta fiesta como "mensajeros de una tierra que se expresa cantando" y, como si de una retransmisión televisiva se tratara, presentó a la primera agrupación de la noche realizando una gran semblanza con su voz de locutor.
"Los Recortaos", capitaneados por García Rosado, subieron al escenario y rompieron el hielo. Entre reivindicaciones y risas, la hora de espectáculo se pasó volando con mucha guasa picantona y escatológica, pero sin olvidar la poderosa voz de todos los integrantes que no escatimaron recursos a pesar de que les quedaba aún otra actuación en Torredonjimeno esa noche. Es aquí donde comenzó el público a percatarse de la buena acústica del lugar mejorada aún más por el buen hacer de la empresa Eugenio Sonido. Volviendo al repertorio de estos dos primeros premios en chirigota, los "recortaos" consiguieron hacer que el público se levantara para cantar el himno de Andalucía, deleitaron con las Pitorrisas y los Joaquín Pamplina en incluso Kike Remolino se atrevió a entonar alguna letra de los Válidos a petición del público. A nuestro modo de ver, los mejores.
Con la siguiente agrupación se intuyó un relevo en cuanto a forofos del carnavaluc. La Catastrophic Magic Band de Juan Carlos Aragón subió al escenario y quizá desplegara las mejores voces en la historia del certamen al que nunca han faltado, pero sin embargo, sus fans más acérrimos no hicieron acto de presencia como en otras ocasiones. Javi Bohórquez hizo de maestro de ceremonias presentando no sólo el repertorio de los magos sino las letras más significativas de esta agrupación: la presentación de los Inmortales y Araka La Kana, el "Yo me enamoré de tí", los Yesterdeys, cuplés del Capitán Veneno… Muy buena la antología que debe ser imprescindible para cualquiera que comience a aficionarse a esta fiesta.
No sólo por ser el primer premio en el COAC 2013, los organizadores acertaron al traer a la chirigota "Los de Gris" porque de esta manera mostraban lo es la agrupación viñera, la típica, la que sienta las bases del carnaval. Eso sí, más cortos en repertorio, apenas pudieron "tirar de archivo" con pasodobles de "Sosasión de Directores" 2010. El Popo salvó el tiempo en el escenario con un muy buena ristra de chistes caleteros.
Si a unos les faltaron fans, a otros les sobraron. El relevo generacional (aunque el tiempo que llevan actuando es muy extenso) se dio con "Los Gatos Callejeros" sobre el escenario. El fenómeno "duende" de 2012 se ve que caló hondo, y la gente disfrutó de lo lindo con la agrupación de los Carapapa a pesar de que en torno a las dos de la mañana el frío se hizo insoportable para muchos. Su actuación se cerró con un homenaje a la gente de fuera de Cádiz que ama también la fiesta, un pasodoble de los "G15" conmovedor aunque antes se pudieron escuchar acordes de Los Muñecos y Los Duendes Coloraos.
Debieron volver a caldear el ambiente la chirigota del Canijo porque a eso de las 4 de la mañana, ni Casal podía hablar del "frescor" que hacía sobre el campo de fútbol de la Ciudad Deportiva. El "estuche" más guasón subió al escenario y, a pesar de derrochar teatro y diversión, no consiguió llegar al público a excepción de los momentos en que Antonio Pedro Serrano Álvarez interactuaba con él. Eso sí, fueron los creadores del momento más especial de toda la noche para todos aquellos que aguantaron hasta las cinco de la mañana. Ya sin el tipo de "Contigo Aprendí", bajaron del escenario, atravesaron los diez metros de seguridad y acortaron distancias con el público que resistía a esas horas. Unas 300 personas asistieron a un momento mágico, comprendiendo que Carnavaluc sólo pretende acercar lo que se vive en Cádiz en febrero: el carnaval se hace cercano y podemos disfrutarlo en nuestra Lucena.
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