La Lupa

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Mientras los ciudadanos duermen

Comencé hace más de dos años y medio mi colaboración en este periódico digital con un artículo titulado “GIASA-AOPJA”, que como se podrá imaginar el lector se refería a un bodrio de la Junta de Andalucía tras el que se escondían algo más que incompetencias y errores contables. Siguiendo con esa línea, vengo a hablar ahora de EPSA y de su reencarnación AVRA. Si el lector tiene un poco de paciencia, le explico de que va todo este galimatías de acrónimos.

Como es sabido, en la Biblia observamos que Dios solía cambiar el nombre a aquellos a quienes elegía para una misión. Tal es el caso de Abram, a quien cambió el nombre en Abraham; Jacob, a quien se lo cambió por Israel; o Simón Barjona a quien se lo cambió por Kefás, esto es, Pedro, que fue el primer Papa. Este es el motivo por el que los Papas, desde el siglo XI tomaron la costumbre de cambiar el nombre al ser llamados a la sede de Pedro.

Fuera de estos casos, quienes cambian de nombre suele ser porque el que tienen no les gusta lo suficiente en la mayoría de los casos o porque tienen algo que ocultar.

Cuando se trata de personas jurídicas el motivo suele ser casi siempre porque  se trata de esconder la mierda como solución más próxima de lo que sería un “tierra, trágame”, frecuentemente referida a cuestiones económicas poco edificantes.

El 25 de enero de 1986, mediante acuerdo de la Consejería de Hacienda de la Junta de Andalucía, se constituyó EPSA, acrónimo de Empresa Pública de Suelo de Andalucía, una especie de becerro de oro para todos los que en los años siguientes se han relacionado con la Junta de Andalucía, principalmente alcaldes y concejales de municipios andaluces, deslumbrados por el poderío económico y la aparente solvencia de una empresa que aunaba en sí la pujanza del sector inmobiliario con la seguridad de lo público. EPSA manejaba grandes cantidades de suelos e inmuebles por toda Andalucía, lo que le daba un halo de autoridad en todo lo que gestionaba. Manejar suelo, a diferencia de hoy, era manejar poderío económico, progreso, lujo.

En una situación así resultará extravagante lo que me pasó con el entonces gerente de EPSA en mayo de 2011. Fue en una reunión en el ayuntamiento de Cabra a la que acudí en mi condición de arquitecto municipal. Había varias personas. El tema de la reunión era la recepción de una obra de urbanización importante en el municipio de Cabra promovida por EPSA. Yo me negaba a dicha recepción porque las obras presentaban abundantes desperfectos que la hacían no apta para ser recibida. El gerente de EPSA estaba empeñado a toda costa en que se recibiese, y llegó a proponer que no obstante los desperfectos, se recibiera, comprometiéndose a reparar a posteriori los mismos. Como yo me negaba a ello, terminó por apelar al argumento de autoridad, a la solvencia de EPSA, diciéndome que EPSA era la Junta de Andalucía, lo público, que ellos estaban ahí y seguirían estando ahí permanentemente, que EPSA era inamovible. Entonces yo le contesté diciéndole que no fuera tan lejos porque tal y como veía yo la crisis entonces, me atrevía a apostar que en cuestión de tres años EPSA podría desaparecer.

Aquello pareció poco menos que una blasfemia. Cuando hice esta afirmación, tanto el gerente de EPSA como varios de los presentes me tomaron por loco. Sin embargo, EPSA desapareció dos años y medio después como consecuencia de la Disposición Final Primera de la Ley 4/2013 de 1 de octubre, es decir, algo menos de un año antes de mi vaticinio. En su lugar, la Junta de Andalucía ha creado AVRA, Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, la cual, aunque se presenta como un simple cambio de nombre, supone, en palabras de la propia página web, “una transformación de calado”. Vaya, que no es un lavado de cara, sino más bien un entierro con reencarnación incluida, un borrón y cuenta nueva o “si te he visto, no me acuerdo”.

Metiéndose en la página web de AVRA se observa que, haciendo caso omiso de los eufemismos, a lo que se dedica esta agencia es a gestionar las 80.000 viviendas que tienen. De los suelos no dicen ni mú. En una palabra, que EPSA ha pasado a ser una agencia de alquiler de pisos de la Junta de Andalucía, o dicho de una manera más llana, EPSA ha pasado a ser un vulgar “casero”.

Conozco varias historias—e histerias—acerca de los pisos de EPSA. Contaré una como botón de muestra.

Vino un día por mi despacho del ayuntamiento un señor a preguntar cómo podía hacer para demandar a su arrendador que no le había hecho un determinado arreglo de la vivienda. Aunque no era una cuestión administrativa, como quiera que me encontraba con conocimientos para ayudarle en sus dudas, le atendí en lo que me preguntaba. En la conversación pude darme cuenta de que el tipo de obra que él planteaba no era legalmente obligatoria para el arrendador, y así se lo expuse, a pesar de lo cual él insistía en su intención de demandarle. Ya al final de la conversación me dio el dato de que el arrendador era EPSA y que la renta que pagaba era de 50 euros al mes. Entonces le dije que, con todos los respetos, me parecía que él era un caradura, porque pagando 50 euros al mes por una vivienda de 90 metros cuadrados, lo que menos tiene derecho es a exigir reparaciones extraordinarias al arrendador, ya que el pago de esa renta minúscula supone estar viviendo a costa del dinero de todos los andaluces que son los que financian EPSA que prácticamente le regalaba a él el alquiler.

El hombre se fue del despacho abochornado por su actitud tan ruin. Este es un caso de los muchísimos que suceden en las 80.000 viviendas propiedad de EPSA. No obstante, ese hombre pagaba al menos 50 euros al mes, pero son multitud los que no pagan y no les pasa nada. Es verdad que hay gente pobre, sin recursos, que si no fuera por EPSA estarían en la indigencia más absoluta, pero también hay muchos aprovechados como el señor de la anécdota que ni siquiera sabe agradecer un regalo, porque la vivienda por la que él pagaba 50 euros de alquiler, en el mercado libre le supondría unos 450 euros al mes como mínimo. ¿Por qué se va a tener que regalar desde la Administración la vivienda a una serie de personas cuando todos los ciudadanos, con sacrificio, luchan por pagarse su propia vivienda o su alquiler? ¿Por qué EPSA compite en condiciones desigualmente ventajosas perturbando el mercado de alquiler y perjudicando a los propietarios de viviendas, distorsionando los precios de los alquileres? El colmo es que la Junta de Andalucía carga luego contra los propietarios de viviendas vacías no alquiladas cuando es ella la que propicia esa situación mediante la competencia desleal organizada desde EPSA.

Con el tema de los alquileres podríamos llegar muy lejos, pero volvamos a esa reunión de mayo de 2011 ¿Cuál era la situación de EPSA en esos momentos de euforia de su gerente? Para dar una respuesta adecuada podemos acudir al “Informe Global del Sector Público Autonómico 2010 y 2011” del Tribunal de Cuentas, protocolo 1.034, aprobado el 29 de mayo de 2014. Por cierto, ¡manda güevos con el Tribunal de Cuentas! Si se descuida, emite su informe el Día del Juicio. Así no me extraña que los problemas de este país no se solucionen; si los diagnósticos tardan tres años en emitirse, está claro que cuando se quiera poner solución a los problemas, la realidad de ese momento no tiene ya nada que ver con la que aparece reflejada en el informe. Concretamente, en mayo de 2014 EPSA ya ni siquiera existía.

Pero centrémonos en el informe del Tribunal de Cuentas para 2010 y 2011. En las páginas 221 y 222 se trata sobre la “fiscalización de las fuentes de financiación y de la gestión de recursos humanos de EPSA en el ejercicio 2011”. En dicho informe se dicen cosas tan jugosas como que “a la fecha del trabajo de campo (2011-2014), la empresa no tiene adaptados sus estatutos” según el artículo 24.6.3 de la LCSP. Mal empezamos.

Asimismo dice el informe que “la empresa se ha visto obligada a contraer deuda  bancaria para poder mantener su funcionamiento. El fuerte incremento de los gastos financieros devengados por dicha deuda han minorado el resultado obtenido por las actividades de explotación, situación que se viene repitiendo desde el ejercicio 2010”.

Más adelante añade el informe que EPSA recibe recursos financieros principalmente de la Consejería a la que se encuentra adscrita. O sea, que dispara con pólvora real.

También dice a renglón seguido que “EPSA ha concedido subvenciones, por encima de los créditos disponibles en el Presupuesto de la Comunidad Autónoma” para el fomento de alquiler de viviendas y la rehabilitación singular de edificios “por un importe total de 144.756.000 euros, hecho que contraviene lo dispuesto en el artículo 9 de la ley 38/2003 de 17 de noviembre, General de Subvenciones. Además se han imputado gastos directos y corporativos de la empresa con cargo a estos programas por importe de 74.023.000 euros. La adecuación del gasto subvencional al crédito disponible es una condición necesaria para el otorgamiento de subvenciones, que solo pueden concederse cuando exista crédito adecuado y suficiente (art. 9.4.b de la LGS). La concesión de subvenciones por encima de los créditos aprobados en el presupuesto para este fin, supone comprometer a la Administración para responder ante terceros de compromisos de gastos que han sido adquiridos sin la necesaria disponibilidad presupuestaria”.

Como puede verse, el Tribunal de Cuentas se expresa en un lenguaje claro, aunque flemático. Me imagino que al lector se le pasarán por la cabeza todo tipo de lindezas para describir de una manera más plástica el comportamiento de los gestores de EPSA. Yo simplemente diré que han hecho lo que les ha salido por la punta del bolo, sin aplicar calificativos personales, que se los dejo al lector.

A continuación, el informe expresa que para financiar las actuaciones encomendadas por la Administración de la Junta de Andalucía, EPSA recibe fondos procedentes del presupuesto de dicha Comunidad. Pues bien, apunta el informe que la fiscalización previa realizada sobre los expedientes administrativos no se corresponde con los requisitos exigidos a los expedientes de encomienda de gestión, añadiendo que “no se ha formalizado el expediente administrativo de gasto adecuado y concordante con el destino de los fondos”, incumpliendo en la mayor parte de los expedientes lo establecido en la Ley General de Hacienda Pública de la Comunidad Autónoma y el Decreto 44/1993.

Más adelante dice el informe que “la caída de la actividad de la empresa y de la cifra de negocios durante los últimos ejercicios, contrasta con el mantenimiento del mismo número de empleados, según los datos de plantilla media facilitados por la empresa. La eficiencia medida en términos de gestión en euros por persona ha venido disminuyendo sustancialmente desde el ejercicio 2008”. Todo un ejemplo empresarial a seguir.

Bueno, me parece que con estos botones de muestra podemos hacernos una idea de a dónde van a parar los dineros de nuestros impuestos con la gestión de la Junta de Andalucía y sus empresas. Cualquier empresario privado que funcionase así, como poco habría visto irse su empresa al carajo hace mucho tiempo. Tratándose de dinero público cabría preguntarse si una gestión así es solo una chapuza realizada por aprendices de empresario o si alcanza la consideración del ilícito penal.

Por lo pronto, EPSA ya no existe. Con su cadáver se han ido las vergüenzas de sus gestores (mientras nadie les demande judicialmente). Olvídense de la palabra EPSA; digan conmigo: AVRA, AVRA, AVRA. Vean la página web de AVRA: toda impoluta. Aquí no ha pasado nada, todo en orden, todo bajo control...como en aquella reunión de 2011.

Antes de dar carpetazo a estas líneas, que me imagino habrán colaborado a que el respetable tenga una idea más cabal de este asunto, como estamos en un medio digital, voy a dar dos pequeñas pinceladas en forma de enlaces a dos publicaciones de estos últimos años, en las que se puede ver que en torno a EPSA hay marejadilla tirando a marejada o fuerte marejada. Los enlaces son este

http://sevilla.abc.es/hemeroteca/historico-01-04-2010/sevilla/Andalucia/epsa-gasto-126-millones-en-subcontratar-tareas-que-podian-hacer-sus-trabajadores_124588702853.html y este http://www.realestatepress.es/MostrarNoticia.asp?M=0&Id=20290

Que ustedes los disfruten.

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