El municipio cordobés de Carcabuey celebraba el domingo 7 de septiembre el segundo Toro de Cuerda de este año, dentro de las celebraciones de las Fiestas de la Virgen del Castillo, Patrona de Carcabuey. En total han sido cuatro las reses soltadas en las calles del centro de este municipio, dos al mediodía y otras dos por la tarde.

 

Esta fiesta del Toro de Cuerda de Carcabuey se ha celebrado en dos jornadas, la primera el pasado 23 de agosto en el marco de las Fiestas de la Virgen de la Aurora y la segunda en este 7 de septiembre. Ha sido organizada por la Asociación del Toro de Cuerda de esta localidad, con la colaboración del Ayuntamiento carcabulense, de la Diputación de Córdoba, y de las hermandades de María Santísima de la Aurora y de María Santísima del Castillo.

Durante la celebración de esta fiesta la organización ha dispuesto de cuatro uvis móviles, dos equipos médicos, tres de protección civil y varios equipos de socorro de la Cruz Roja. Además, aparte de los efectivos de la Guardia Civil y Policía Local, ha contado con varios voluntarios de la asociación, encargados de la seguridad dentro y fuera del recorrido.

En el transcurso de la fiesta se ha celebrado además el hermanamiento de la Asociación del Toro de Cuerda de Carcabuey con la Peña 'Lunes del Toro de Cuerda' de Grazalema (Cádiz) y con la Peña Taurina 'El Torico' de Chiva (Valencia). 

 

Como viene siendo habitual en los últimos años, se ha instalado un vallado especial en el recorrido de los toros para garantizar la seguridad del público y además se ha contado con una cuerda de polipropileno, material más resistente que ha permite una mejor manipulación de la soga que manejan los mozos y con la que controlan a los toros para evitar fuertes embestidas.

 

La jornada del 7 de septiembre concluía sin incidentes importantes, y los servicios sanitarios tenían que atender a dos personas, una con golpes y otra que sufría un desvanecimiento.

La tradición del toro de cuerda está arraigada en numerosos puntos de España. Se le denomina toro de cuerda, toro ensogado o toro enmaromado. Este tipo de ritos y celebraciones estaba presente en pueblos del mediterráneo como los tartesios del sur de la Península Ibérica y los cretenses entre otros. Con anterioridad existen vestigios de rituales con toros ya en la Edad del Bronce. Se trata pues de un rito de origen pagano (el culto al dios Mitra sería un ejemplo) que consideraban en muchos casos al toro como animal sagrado, que a menudo ha sido adaptado o asimilado por la tradición católica, quedando insertado en ocasiones en el ámbito de celebraciones cristianas.

 

La Iglesia intentó en varias ocasiones sin resultado desarraigar este tipo de costumbres, fue por ejemplo el caso del Papa León X en 1517, a través de la bula "De Salute Gregis" con la que prohibio la asistencia a espectáculos taurinos so pena de excomunión, y no sería el primer Papa que lo intentara. 

 

La tradición del toro de cuerda consiste básicamente en atar una cuerda o maroma en la cabeza del toro para controlar al animal mientras una multitud de personas corre delante de la res. Estos ritos se mantienen en numerosos puntos de España y en cada lugar se celebra con sus particularidades.

Tras la celebración del cuarto congreso sobre el tema en la localidad de Carcabuey, quedó constituida la Asociación Nacional del Toro de Cuerda en el año 2007, y en principio quedaron integradas 11 localidades de diversos puntos del país como Chiva (Valencia), Beas de Segura (Jaén), Lodosa (Navarra), Benavente (Zamora) y Pina de Ebro (Zaragona) entre otras, estableciéndose su sede en Carcabuey y eligiendo al carcabulense Francisco Rueda como presidente.

 

Los fines de esta asociación nacional son fundamentalmente la promoción de las fiestas del toro de cuerda, la organización y participación en congresos y ponencias y la puesta en marcha de iniciativas en torno a esta tradición.