La Lupa

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Bubakar

Cerca de nueve mil niños saharauis han sido acogidos este verano en otros tantos hogares españoles gracias a una nueva edición del programa de cooperación “Vacaciones en paz”. Estos niños no solo reciben el cariño de las familias que los acogen con los brazos abiertos, sino que, también, tienen una atención sanitaria de calidad de la que carecen el resto del año, y en la que se implican las familias, las asociaciones, los profesionales sanitarios y, en nuestro caso, la Junta de Andalucía.

Bubakar, de 12 años, tenía sus esperanzas puestas en la operación por la que le  devolverían la audición y que se llevaría a cabo en el hospital de Montilla. Desde que recuerda, sus oídos siempre le han dado problemas, con los años y poco a poco los sonidos se hacían más tenues y quizás es por eso por lo que los amigos cuando juega al futbol (por cierto muy bien) le dicen que es un “chupón”.

En el campamento saharaui del que viene no disponen de medios para tratar su enfermedad. La asociación de ayuda al Sáhara Amans le trajo a Cabra y lo entregó a la familia de Manolo y Carmen. Estos, desde su llegada notaron que tenía ese problema pero debido a las largas listas veían complicado ponerle remedio. No obstante, no cejaron en su empeño y por fin unos días antes de partir para los campamentos (se van el día 27), y gracias al interés mostrado por el doctor Juan Andrés Márquez Moyano, consiguieron que en un hueco que quedó el pasado día 12 pudiera ocuparlo Bubakar.

A partir de que la familia recibió la noticia (una semana antes) todo fueron carreras, era imprescindible la autorización paterna, y teniendo en cuenta lo lenta que funciona la administración (mucho más la saharaui) se veía complicado que ésta llegara a tiempo. De nuevo el gran interés de la familia de acogida quedó patente cuando en tan solo un día, por medio de los medios de comunicación actuales, consiguieron esa firma del padre que hacía que las esperanzas para la operación de Bubakar renacieran.

Y llegó el día 12. Bubakar al parecer muy tranquilo cuando esperaba la operación se empezó a poner nervioso cuando le llamaron, le subieron a la camilla y empezó a ver batas blancas. Tanto fue así que el hombre que quería parecer se derrumbó, salió el niño que es y requirió la presencia de algún familiar que le acompañara.

Tras una hora aproximadamente de espera y una primera impresión del doctor en la que nos decía que todo había salido bien, Bubakar salió somnoliento en su camilla (anestesia local y sedación) y aunque hablábamos junto a su cama, sólo reaccionó cuando dijimos que era una lástima porque esa noche no podría ver al Real Madrid, y con una media sonrisa dijo que sí con la cabeza, sin abrir los ojos.

Bubakar ya tiene bien sus oídos y todos estamos contentos porque nos hace felices verlo a él así y pensar que, de alguna forma, hemos colaborado a mejorar su calidad de vida.

Enhorabuena Manolo, Carmen y resto de la familia, habéis puesto todo vuestro empeño y corazón en conseguir que “vuestro niño” se operara y lo habéis conseguido,  porque aunque este regalo no lo llevará este año en la caja para el Sahara, seguro que para él será el más importante e inolvidable.

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