ARQUEOLOGÍA. El yacimiento detectado en la zona nortel del término municipal de Cabra el pasado mes de mayo ha sido datado en torno al 4.500 a.C. (Calcolítico) y hasta el momento han sido detectados restos humanos pertenecientes a una treintena de individuos, según los primeros resultados obtenidos por el equipo de investigadores que trabajan en la excavación que se realiza en este lugar desde principios de julio. Según los investigadores, este yacimiento supone el único hallazgo de este tipo y época en la mitad sur de la provincia.

 

Un equipo de arqueólogos y especialistas de la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) trabaja en este yacimiento, dirigido por Dolores Camalich, profesora Titular en el Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología e Historia Antigua de la Universidad de La Laguna y directora de la excavación, Ayoze Trujillo, antropólogo físico, y Dimas Martín, catedrático de Prehistoria de ese centro universitario.

 

El Ayuntamiento de Cabra recibía constancia de la existencia de estos restos el pasado 16 de mayo. El yacimiento era hallado durante el desarrollo de tareas agrícolas realizadas con un tractor, cuando se pudo comprobar la existencia de una cavidad que albergaba restos humanos. 

 

Se trata de un enterramiento colectivo en cueva artificial, cubierto por una cámara circular abovedada de unos 3 metros de diámetro y pasillo o corredor de acceso. El yacimiento está intacto, siendo uno de los aspectos de mayor interés.

Por ahora sólo se han encontrado restos óseos. Encontrar piezas de ajuar funerario sería importante y algo que habrá que comprobar en los próximos días. En cuanto a los restos humanos hallados, hay constancia de restos de una treintena de individuos de edades muy diversas. Esto es algo poco frecuente en yacimientos de este tipo, y se ha comprobado la existencia de restos de bebés, niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, lo que contribuirá a realizar un estudio social más completo de este tipo de comunidades humanas. 

 

Los huesos humanos están en muy buen estado de conservación, otro aspecto excepcional del yacimiento y que será fundamental para su datación, para determinar la dieta de estos individuos y para la realización de un estudio de ADN de los restos. El recinto funerario está claramente delimitado y lo habitual en este tipo de yacimientos es que existan otras estructuras de asentamiento o poblado en las proximidades. Dolores Camalich ha explicado que "sería imprescindible activar una prospección geofísica en este espacio, que permita marcar las irregularidades del terreno, para calibrar la envergadura del yacimiento. Estamos hablando de un grano de arena de lo que probablemente constituye a nivel de extensión este yacimiento".

 

Los investigadores consideran que este yacimiento estaría en relación con otros del mismo tipo como la cueva de Ardales, el conjunto dolménico de Antequera o Valencina de la Concepción entre otros. 

 

Los miembros del equipo de investigación han estado acompañados en su comparecencia entre otros por Alejandro Ibáñez, arqueólogo de la Consejería de Cultura, Amparo Caballero y Manuel Valle, propietarios de los terrenos, el concejal de Cultura José Luis Arrabal, el concejal de Turismo, Francisco Casas, el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Córdoba, José Clemente Martín de la Cruz, y el director del Museo Arqueológico de Cabra, Antonio Moreno.